El 2014 cerró sus quehaceres en la temporada regular de la MLB y la mayoría de los cubanos que vieron juego en esta campaña, también concluyeron sus actuaciones. Unos con números exorbitantes, otros con resultados modestos y básicamente mucha seguridad en el futuro, pues todos nos enorgullecieron. No obstante, Aroldis Chapman tuvo un año único, donde muchas variables intervinieron, pero se impuso la calidad y el arrojo del holguinero.
Mientras que el velocímetro marcaba 102 millas por hora, en el último lanzamiento del zurdo cubano en este 2014, aparentemente una lágrima se le escapó, pues tenemos que recordar que en el pasado campo de entrenamiento, una línea de Salvador Perez fue directa al rostro del cerrador de Cincinnati, dejando múltiples fracturas encima del ojo izquierdo y su nariz, además de una concusión.
El primer pensamiento que nos vino a todos fue: “se acabó la carrera de Chapman”.
Pero el serpentinero se repuso como el mejor y tras reposar un total de 50 días (34 partidos de su equipo), regresó y con sus 26 años de edad, mantuvo las mismas habilidades y condiciones que le han ganado la admiración de la mayoría en la Gran Carpa y se incluyó en el Juego de las Estrellas de este verano (su tercero consecutivo), a puro “plomazo”.
El gigantón de 6.4 pies de estatura ya nos tiene acostumbrado a sus velocidad aterradora y dominar como quiere a sus rivales, tal es así que en el 2012 fue octavo en la votación del premio Cy Young y duodécimo al Jugador Más Valioso (MVP), en ambos casos de la Liga Nacional, cosa atípica para un relevista.
El 2014, sin embargo y a pesar que el destino le quiso poner un traspiés, Aroldis llevó sus resultados a otro nivel, pues acaba de imponer frecuencia de ponches por cada nueve entradas de 17.67, que es record para las Mayores y por si fuera poco promedio de ponches por cada hit permitido de 5.05-a-1 y porciento de bateadores retirados por la vía de los strikes (52.4%). Marcas absolutas, las tres, según MLB.com
Chapman tuvo temporada de 54 salidas, 36 salvamentos, 106 ponches en 54 entradas, con 24 boletos, solo un jonrón y 21 hits permitidos, para pcl de 2.00.
De por vida ahora va por 5 años en la Gran Carpa (debutó en el 2010, el 31 de agosto), con 259 JL, 113 JS, 430 SO, 122 BB, 252.2 INN y PCL de 2.32.
Nada que el siniestro se ha levantado como un campeón y en palabras de su compañero de batería, Brayan Peña, “…él nunca lo dudó…”
Gracias Aroldis por ser el atleta que eres y honrarnos en cada una de tus salidas.
