Soy de una isla caribeña de belleza natural, de gente alegre y servicial, pero con una tiranía sin comparación, que compra alegría con alcohol que estimula a olvidar penas en una pachanga perenne que destruye la moral de muchos y envejece a otros en cárceles propias de museos de terror.
La juventud cubana carece de todo lo básico, pero le sobra el alcohol para olvidar su lucha de supervivencia a diario. Esto logra mantener al régimen que sutilmente lo provee como droga que envicia y crea el olvido de necesidad de ser libre.
Este es otro de los logros del tirano; el alcoholismo causa alegría en tiempos de tiranía, es un escape al dolor de la necesidad de libertad, que solo tiene una cura, la emigración a donde sea para sentirse Yuma y regresar a gritar que eres sano con tres trapos y dos cadenas.
Nunca generalizo por que seria indecente y de muy mal gusto, pero debo reconocer que esta alegría en tiempos de tiranía es un problema social que nos debe preocupar. Es nuestro deber educar para lograr cambios que solo se conquistan con la eliminación del tirano y su cuadrilla de secuaces.
La alegría en tiempos de tiranía causa pena y malestar, es indecorosa, consume el alma y debilita la conciencia, pena ajena por quien regresa a mantener el sistema que enferma nuestra tierra y luego grita en alta voz ” Soy Cubano”, no soporto esta doble moral y mantengo una posición que muchos critican por intransigente pero yo mantengo con decoro.
Si creamos conciencia podemos lograr algo mejor, algo que suena mas acorde con los principios de quienes entregaron su vida por la patria, lograríamos, “Alegría en tiempos de libertad”
Alejandro Rodriguez
Mayo, 8, 2014
