Periquín el carnicero le vendé una libra de carne que se robó a Manolo el tornero que la compra con dinero que gano cuando robo material y tiempo de su trabajo para hacer una pieza que necesita Adolfito el mecánico, este le compone el carro a Jesús el bodeguero que mantiene su estatus de personaje adinerado con la merca que le vendé a Chuchy el lechero, este le suministra leche a Fefa la farmacéutica que le vendé alcohol de 90 a Tomás quien mantiene al barrio en alegría constante cuando vende el ron que fábrica en casa del babalao.
Esta es la economía interna que logra la dictadura en su escasez de todo, lo que no entiendo es donde están los 500 contenedores de pollos recibidos desde U.S.A en el puerto del Mariel. Este supuesto gran gobierno que más parece un infierno en el centro del Caribe, tiene como logró una pésima economía.
En Cuba la mayor parte de lo que se consume proviene de los robos, de otra manera es difícil sobrevivir, el tirano en su propaganda anti americana le echa la culpa a un embargo que prácticamente no existe para estos tiempos debido a las aperturas logradas por el dictador por la blandenguería de presidentes de este país.
La economía subterránea en Cuba depende del robo, quede claro que estoy convencido que el sistema conoce lo que acontece y lo permite para mantener ocupada la mente de los cubanos en la supervivencia y no la política.
Otro renglón que mantiene una economía subterránea que alivia al sistema son las mulas, y que se cobijan en sentimientos de familia y mantienen una economía que resuelve mantener mejor estatus hasta que el gobierno te acusa de enriquecimiento ilícito y te mete preso.
Yo nací en este sistema pero desarrolle mi vida en la verdadera democracia y mantengo firmé la idea de libertad para mi patria, con una verdadera economía que florezca por el trabajo y no el robo.
Me despido como de costumbre con mi grito “Abajo la dictadura”.
Alejandro Rodriguez
Junio 20, 2014
