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¡Ha muerto un hombre libre! | José Iturriaga

Foto: HABANERO2000
Foto: HABANERO2000

Cuando se muere en brazos de la patria agradecida, la muerte acaba, la prisión, se rompe; ¡empieza al fin con el morir, la vida!
José Martí

Es domingo, la tarde languidece, poco a poco, anochece. Es hora de llamar a mi madre, entro al sitio de Internet que uso para hacer las llamadas a Cuba, pongo 10 dólares a mi cuenta. Mientras me preparo a nuestro encuentro telefónico, escucho a Ricardo Arjona, interpretando; Mi novia se me está poniendo vieja. Reviso los comentarios de mis amigos en Facebook, una noticia, me hace un nudo en la garganta, se me salen las lágrimas y sé que no es a causa de la canción de Arjona; ¡ha muerto un hombre libre! No sé qué hacer con este dolor por la muerte de alguien que nunca conocí, de alguien que nunca abracé, que ni siquiera le di la mano. Trampas de la Internet y la información, que nos hacen conocer y estimar, sentir afectos, por personas que no conocemos.

Ha muerto un hombre libre, no puedo decir, descanse en paz; espíritus como el suyo, nunca descansan. Agitados e insomnes, siguen andando por la vida y la gloria. Nunca pude conversar con él, discutir nuestras diferencias. Se puede admirar a una persona y no coincidir en todos sus puntos de vista. Otro más que se me va, dejando una conversación pendiente.

Es hora de llamar a mami, pero tengo que esperar, con este dolor en el pecho, mi voz no sonaría como siempre, la dejaría preocupada. Mi novia, tendrá que esperar un par de horas.

Un hombre, realmente libre, siempre impresiona, gana seguidores.  No todos los días, nace o muere un hombre libre. Un par de lágrimas, no bastan para sacarme el dolor por su partida, por su ausencia. Pienso no solo en lo que hizo; lo que le quedo por hacer, me desconsuela, me hace pensar en el mañana sin él.

Me seco otra lágrima, tomo un poco de agua, pienso en sus familiares y amigos. Se me sale otra lagrima y otra, mi amigo, el hombre de las lágrimas, pensaría que le estoy haciendo la competencia. Tomo un poco del café de la esperanza, recobro fuerzas. Sé que otros hombres libres, seguirán sus pasos, andarán su camino hasta el final. Antes de dejarnos, este hombre libre, supo sembrar la semilla de la esperanza y la libertad, en tierra fértil.

Nuestro hombre libre, no ira al cielo, se queda con nosotros, sin descanso, terminando su obra, nuestros sueños

 

José-IturriagaJosé Iturriaga
Nací y crecí en La Habana, la mayoría de mis escritos, giran, de un modo u otro, en torno a esta, mi ciudad. En el año 2000, emigré, esa fecha, marca un antes y un después en mí. Después de pensar un nombre a mi blog, me decidí por este, HABANERO2000.
habanero2000.wordpress.com

 

Written by José Iturriaga

Nací y crecí en La Habana, la mayoría de mis escritos, giran, de un modo u otro, en torno a esta, mi ciudad. En el año 2000, emigré, esa fecha, marca un antes y un después en mi. Después de pensar un nombre a mi blog, me decidí por este, HABANERO2000.

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