
Lourdes Gourriel, el legendario pelotero cubano, héroe del mundial de Parma, 1988, se encuentra de visita en Miami, a donde llegó hace apenas unas horas.
Gourriel se caracterizó siempre por ser un pelotero oportuno, de esos que “la daba a la hora buena” leyenda que creció cuando en el Mundial mencionado fue quien se echó el equipo cubano al hombro y lo sacudió de la pereza en que se encontraban, dominados por el pitcheo inteligente del zurdo norteamericano Jim Abbott. Abbott era en ese entonces la principal figura del staff de pitcheo de la escuadra norteamericana, un equipo preparado especialmente para romper la hegemonía del beisbol cubano en la arena internacional.
En los campeonatos nacionales cubanos, ganó dos títulos de bateo y se retiró entre los 20 mejores de todos los tiempos en promedio, jonrones, dobles, hits, bases totales y recorridas.
Gloria del deporte cubano, que jugó para el equipo nacional de Cuba obteniendo dos veces el titulo de MVP, tal vez halla sido mejor en la arena internacional que en los torneos. Luego se convirtió en un manager exitoso. Padre de deportistas también se ha dado a conocer por los logros de sus hijos, Yulieski Gourriel y Yuniesky Gourriel. Nació el 9 de marzo de 1957 en la localidad de Meneses, municipio Yaguajay, en Sancti Spíritus situada en la región central de la Isla de Cuba.