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Rosa María Payá: El acercamiento Washington-La Habana no acabará con ‘el embargo a las libertades’

Rosa María Payá
Rosa María Payá / Foto: Cortesía
Rosa María Payá
Rosa María Payá

El acercamiento entre los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro no acabará con el “embargo de las libertades” de los cubanos, alertó Rosa María Payá Acevedo, hija del fallecido líder opositor Oswaldo Payá, en una entrevista concedida al diario español El País.

Según la agencia Europa Press, la joven activista está en Madrid para asistir a cursos de verano de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).

Estados Unidos está conversando con el Gobierno y los que le rodean. Pero la sociedad civil queda fuera”, dijo Payá Acevedo. Para la mayoría de la ciudadanía cubana “la situación es de exclusión”, criticó.

“Cualquier intento de inclusión de Cuba por parte de la comunidad internacional está bien, siempre y cuando la inclusión sea de todo el estado cubano y no solo del Gobierno”, explicó. Consideró que el restablecimiento de relaciones otorga “legitimidad a un Gobierno que viola cada día los derechos de sus ciudadanos”.

“La confrontación con Estados Unidos es la excusa que el Gobierno ha usado para justificar algunas de sus medidas represivas. Ahora la excusa ha caído, pero la situación sigue igual, lo que demuestra que no era Estados Unidos lo que oprimía a los cubanos, sino el propio Gobierno”, opinó Payá Acevedo, de 26 años.

La activista dijo que no espera altruismo de los inversores extranjeros que ahora buscan espacio en la Isla, “pero negociar sin las garantías de la democracia es aceptar las reglas del Gobierno cubano”, advirtió.

Sobre las negociaciones entre los Gobiernos de Raúl Castro y Obama, que muchos consideran han prosperado sin que La Habana haga ningún avance en cuanto al respeto a los derechos humanos, la activista afirmó: “Es terrible cuando conversar pasa a ser más importante que el objetivo de las conversaciones. Cuando eso pasa, la impunidad es total y el Gobierno se siente libre para asesinar a un Premio Sajarov [como su padre] y que no pase nada”.

Rosa María Payá, su familia y numerosos activistas consideran un asesinato el suceso en el que murieron Oswaldo Payá y el activista Harold Cepero el 22 de julio de 2012 en una carretera de Bayamo.

Según afirman, un auto del régimen persiguió y embistió al vehículo en el que viajaban los disidentes, el sueco Aaron Modig y español Ángel Carromero, quien conducía y fue condenado a cuatro años de cárcel bajo el cargo de “homicidio imprudente”.

La familia exige una investigación internacional sobre el suceso. “Es la opción de detener la impunidad. La impunidad que lleva al Gobierno cubano a golpear todos los domingos a las Damas de Blanco, a mantener a decenas de prisioneros políticos en la cárcel”, dijo Payá Acevedo en otra entrevista, con el diario español La Razón.

“He tenido varias reuniones con funcionarios de la Administración Obama, planteándoles la necesidad de abordar el tema de los derechos humanos, no simbólicamente, sino con acciones completas”, dijo la joven.

“Estados Unidos no va a resolver el problema cubano, sino que debe dar un apoyo coherente, como debería hacerlo la Unión Europea, a lo que son las demandas fundamentales de la ciudadanía”, añadió. “Detener la impunidad es un punto esencial que debería aparecer sobre la mesa de negociación”.

También, “la liberación inmediata de los presos de conciencia —no que los deporten a España—, porque los presos son objeto de chantaje del régimen a la comunidad internacional. Y, por supuesto, el fin de la violencia contra la oposición y la sociedad civil. Todo esto no está y, sin embargo, las demandas de Cuba a Estados Unidos sí, como el retorno de los espías, la salida de la lista de países que promocionan el terrorismo y los pasos para flexibilizar el embargo”, señaló.

Interrogada sobre qué podría hacer el Papa Francisco durante su visita a Cuba programada para septiembre, Rosa María Payá respondió: “Ninguna política exterior de ningún Gobierno es la solución del problema cubano, ni el Papa es la persona que tiene que resolvernos los problemas. Lo que sí esperamos, de nuevo, es el apoyo coherente a las necesidades más básicas de los pobres y oprimidos, como hace la Iglesia, que en este caso, son los 11 millones de cubanos”.

Publicado en Diario de Cuba

Written by @diariodecuba

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