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¿Es negociable la soberanía del pueblo cubano?

Guayaberas y charreteras: en junio de 2014 10 de los 25 miembros del Consejo de MInistros de Cuba eran militares.
Foto: archivo

Por Pedro Campos  (Fotos: Juan Suárez)

Barbero

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HAVANA TIMES — Insisto en un tema que he tratado en algunos de mis últimos escritos sobre la actualidad cubana: la soberanía popular.

Es criticable y violatoria de la soberanía del pueblo cubano, la posición del Gobierno militar de la Isla de discutir con EE.UU. en la mesa de negociaciones los problemas de derechos humanos y democracia en Cuba. Esto solo corresponde debatirlo libre y horizontalmente al pueblo de Cuba y luego aprobar sus resultados en referendo libre, democrático, popular.

Pero los que detentan el poder en este país, de gloriosas luchas por la libertad, rechazan el diálogo con la oposición tradicional y la izquierda democrática. Discutir con el “enemigo” estos temas sí, con el pueblo no, parece ser la consigna del campamento.

Igual de criticable y violatoria de la soberanía popular es la actitud de los grupos de oposición internos y externos que apoyan el mantenimiento del bloqueo-embargo y se oponen a la apertura de Barack Obama hacia Cuba porque, según ellos, la política de bloqueos y presiones es lo que hará posible que en Cuba haya respeto a los derechos humanos y democracia, en la falaz creencia de que el Gobierno ¨castrista¨ será asfixiado por esas medidas.

Algo así como la filosofía de la Reconcentración de Valeriano Weyler, que tanto rechazo tuvo en el pueblo y en el Congreso de EE.UU., al punto de que algunos historiadores la consideran una de las principales motivaciones del amplio movimiento de solidaridad del pueblo estadounidense que alentó la participación de EE.UU. en la guerra contra España en 1898.

Plaza de Carlos III

El centro comercial Carlos III

Estas dos posiciones en los extremos del espectro político cubano tienen en común que violan flagrantemente la soberanía de la nación cubana. Ambas hacen depender los derechos del pueblo cubano de posiciones y acciones de un gobierno extranjero, que ya fue muchas veces interventor en Cuba. Ambas negocian con la soberanía del pueblo cubano.

¿No saben que la soberanía del pueblo cubano no es negociable?

No se hicieron dos guerras de independencia en el siglo XIX y dos revoluciones sangrientas, las del 30 y la del 59 en el siglo XX, para terminar negociando con EE.UU. nuestra soberanía y conste que no soy de los que niegue los aportes del pueblo norteamericano a la nación cubana, por cierto muy mal tratados en la historia oficial prejuiciada no ya de antiimperialismo, sino de antiamericanismo.

La verdad, no sé cuál de las dos posiciones es más dependiente del imperio, cuál más plattista.

En espera.

En espera.

Si los que en el gobierno aspiran a discutir esos temas con EE.UU y no con el pueblo, continúan en el poder en medio del esperado romance entre el capitalismo monopolista de estado, pintarrajeado de socialismo y el capitalismo norteamericano, la anexión virtual, económica y geopolítica, de Cuba al gran vecino del Norte, estaría garantizada por los mismos que tanto antiimperialismo destilan en sus discursos.

Si por razones X de la historia, los que llegaran a gobernar este país, fueran los que desde el Congreso de EE.UU. confían al imperio la labor de cambiar la situación en Cuba y de hacer valer los derechos humanos y la democracia, entonces lo que parecería estar garantizado sería la anexión real de la Isla a EE.UU.

Y paradojas de la historia: los ¨enemigos irreconciliables¨ que se piden la cabeza en el gobierno cubano y el Congreso norteamericano, cada uno a su modo y manera, desde sus particulares intereses, estarían como yunta de bueyes halando parejo la carreta cubana por el mismo camino anexionista.

El restaurante privado Toke Toke en Infanta y 25.

El restaurante privado Toke Toke en Infanta y 25.

Nada, que estamos rodeados, pero no precisamente de agua.

Por eso es tan importante salirnos de ese cerco. Y parece que la única vía para romperlo es que la nación avance en un proceso de democratización que permita a los ciudadanos decidir ellos, todos, sobre todos los temas importantes, de manera que no dispongan de los destinos de nuestra nación ni el grupito de militares que fundamenta toda la solución de nuestros problemas actuales en la alianza con el capitalismo norteamericano ni los grupitos de cubano-americanos y sus aliados en la Isla que confían el futuro de Cuba a EE.UU.

 

 

Written by Havana Times

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