En la mañana del pasado miércoles tuvo lugar el encuentro de una parte de la sociedad civil cubana en la sede del Foro por los Derechos y Libertades (FDL), ubicada en Calle 1ra y 60, Miramar. El diálogo giró en torno al reciente indulto anunciado por el régimen para 3.522 confinados.
Entre los favorecidos por la decisión del Consejo de Estado, no hay ninguno de los sancionados por los denominados delitos contra la seguridad del Estado. Bajo esta causa, padecen prisión en la Isla varios opositores al régimen.
El panel estuvo a cargo de Antonio Rodiles, Berta Soler, Egberto Escobedo y Ángel Santiesteban, del FDL. Como invitado especial estuvo José Daniel Ferrer, coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, se refirió al indulto gubernamental como “un gesto del régimen que niega, de facto, la existencia de presos políticos en la isla” y evidencia que “nadie debe hacerse ilusiones respecto a una apertura democrática propiciada desde el castrismo”. Por ello, la activista expresó que es necesario continuar reclamando una ley de amnistía general. Y añadió, en referencia a la campaña “Todos Marchamos”, que “vamos a seguir exigiendo, domingo tras domingo, el cese de la represión y la liberación de los presos de conciencia”
Para otorgar el indulto es necesaria una orden administrativa. Para la amnistía es ineludible una ley. La amnistía extingue los antecedentes penales, mientras el indulto no lo hace obligatoriamente.
Al respecto José Daniel Ferrer expresó que el indulto a los presos de la denominada Primavera Negra, “no significó que se cierran sus expedientes penales”. La naturaleza de esas excarcelaciones implica que, quienes decidieron permanecer en Cuba, “están bajo amenaza de que se les revoque el indulto y retornen a prisión”.
En lo fundamental, por ser resultante de una ley, la amnistía posee un significado político específico en los regímenes de corte totalitario. Este significado, apunta hacia la apertura democrática.
Al respecto, el ex preso de conciencia Egberto Escobedo afirmó: “la primera señal de verdadera apertura y cambio que debe exigirse al régimen cubano, desde la Comunidad Internacional, es la amnistía general”, y añadió que “ésta tiene que incluir el reconocimiento y la liberación de los presos políticos”.
“En el contexto internacional”, afirmó el escritor Ángel Santiesteban, “Cuba aparece como un terreno donde posicionarse, y para eso están maniobrando el gobierno de Obama, el Vaticano y la Unión Europea”. En este aspecto, Santiesteban puntualizó que determinadas democracias occidentales “evidencian estar dispuestas a pactar con la dictadura obviando a la oposición; de este espaldarazo al castrismo forman parte la visita del Papa y la próxima intervención de Raúl Castro en la Asamblea General de la ONU”, dijo.
En opinión del panel, y de quienes participaron desde el público, “los principales propiciadores del cambio somos los cubanos”. Lograrlo implica involucrar a la población de modo que pierda el miedo a manifestarse en la calle.
En este sentido, Antonio Rodiles se refirió a lo que ocurre los domingos en el área de Calle 3ra entre 26 y 28, en Miramar. “Allí, las turbas traídas por el gobierno y la policía, reprimen a los que marchamos”, explicó. Sin embargo, dijo, “los vecinos del área observan en silencio y no se suman a esas turbas. Ese silencio puede convertirse mañana en apoyo. Basta que esas personas pierdan el miedo a expresar lo que piensan. Que interioricen que es posible plantar cara al régimen y exigir sus derechos”.
“La naturaleza represiva del Castrismo no liga con el mensaje de perdón y misericordia que trae el Papa Francisco a Cuba. Han sido más de cinco décadas de terror, muerte civil y física, exilio y dolor”, concluyó Rodiles.
“Quizás para el Vaticano y el Sumo Pontífice, este indulto es un gesto de cambio y buena voluntad, del que consideran gobierno cubano, [pero] se equivocan” añadió Ailer González, coordinadora del espacio Estado de Sats.
Tomado de Cubanet.