El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, colocó hoy una ofrenda floral ante la tumba del Mariscal Sucre en la Catedral Metropolitana de Quito, a donde recién llegó para dialogar con su par colombiano Juan Manuel Santos, sobre sus diferencias fronterizas, reseñó Prensa Latina.
Acompañado del canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, y la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, Maduro recorrió el lugar y saludó a los asistentes al homenaje.
Al arribar al aeropuerto capitalino de Tababela, el jefe de Estado de Venezuela reiteró que viene a Ecuador con propuestas para construir una frontera de paz con Colombia, para acabar con el narcotráfico y no dar paso atrás en las medidas tomada por al seguridad de nuestro pueblo.
Enfatizó la mejor de las voluntades, y reconoció que no será fácil pero estamos obligados a que de esta reunión salgan buenas noticias de paz.
Quiero iniciar un nuevo tiempo de relaciones con Colombia, de respeto, cooperación y beneficio mutuo, paz, convivencia, de modelos, ideas y proyectos, aseveró.
Agradeció las gestiones hechas por los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y Uruguay, Tabaré Vázquez, cuyos países ostentan las presidencias pro tempore de la Comunidad de Estado Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), respectivamente.
La idea de reunir a Maduro y Santos surgió tras una plática telefónica con Vázquez, explicó de manera previa Correa.
En la conversación con Tabaré, ambos coincidieron en formular invitaciones a Maduro y Santos a fin de concretar la reunión en Quito, resaltó Correa.
Pese a que ambos tenían sus legítimas aspiraciones, resaltó el anfitrión del encuentro, tanto Santos como Maduro atendieron sin condiciones y con gentileza la invitación de Unasur y Celac.
El diferendo colombo-venezolano inició el 20 de agosto pasado, después que a raíz de un ataque paramilitar contra efectivos del Ejército bolivariano, Maduro ordenó el cierre de la frontera en varios municipios del estado de Táchira.
Posteriormente, el mandatario decretó el estado de excepción para restablecer el orden en la zona, y erradicar las mafias paramilitares colombianas y los grupos vinculados al contrabando de gasolina, alimentos y medicinas en la frontera común.