Expertos japoneses descodificaron el primer genoma de un braquiópodo del género Lingula, considerado un fósil viviente, divulgó hoy la revista Amazings, informó Prensa Latina.
Los especialistas tomaron un ejemplar de la especie Lingula anatina recogido en aguas próximas a la isla de Amami, en aguas niponas, y los resultados de un análisis de los más de 34 mil genes que constituyen su genoma revelaron que su genoma está evolucionando activamente.
El trabajo es obra de un grupo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, la Universidad de Nagoya y la de Tokio.
Según el artículo, desde hace 500 millones de años hasta 250 millones, los braquiópodos, también conocidos como conchas-lámpara, eran abundantes en todos los océanos.
“Hoy, estas criaturas provistas de concha que superficialmente parecen almejas, raramente se encuentran, perdurando sobre todo en hábitats ocultos y en ciertas regiones subpolares de los océanos”, explicó el texto.
Los braquiópodos representan uno de los primeros ejemplos conocidos de biomineralización animal, un proceso por el cual organismos vivos fortalecen o endurecen sus tejidos con minerales.
“Los fósiles más antiguos descubiertos de esta clase datan del período Cámbrico temprano, hace aproximadamente 520 millones de años”, resaltó el informe dado a conocer al público general.
El texto recuerda que los braquiópodos se extendieron rápidamente por todo el mundo y dominaron los mares durante la era Paleozoica y, gracias a sus conchas mineralizadas, dejaron abundantes fósiles.