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Agua y caminos para Santa Isabel

El de los pozos es transportada desde lejos en carretillas como esta (foto del autor)

ARTEMISA, Cuba – La interrupción de la distribución de agua por camiones cisterna desde hace dos semanas, y del mejoramiento de los caminos hace seis meses en el poblado Santa Isabel del municipio Mariel, provincia Artemisa, hace que sus pobladores se sientan burlados por los dirigentes municipales y provinciales.

Actualmente deben pagar 20 pesos moneda nacional (equivalentes a 80 centavos de dólar frente a un salario mensual promedio de 24 dólares) por cada tanque de 55 galones de capacidad con el preciado líquido, explicó Adrián Blanco, vecino de la localidad.

El agua para vender es acarreada por campesinos en recipientes montados sobre “rastras” (armazones de madera dura en forma de cuña, haladas por bueyes) o vagones, desde pozos que quedan lejos del pueblo, dado que los del lugar y sus inmediaciones se encuentran secos desde hace dos años, por el efecto combinado de la persistente sequía y el excesivo consumo. La inexistencia del servicio de acueducto es otra característica de esta zona.

El único pozo que aún posee agua, a una profundidad de alrededor de 10 metros, es uno que los residentes aseguran data de tiempos de la colonia y no posee tapa para su boca de tres metros de ancho.

Asegura Leonel Galiano que por la parte rota de la tapa de dicho pozo han caído varios animales y dos personas en eventos separados en los últimos años, algo corroborado por una enfermera que pidió no ser identificada por temor a perder su empleo.

Aquí almacenan el agua para las vacas lecheras (foto del autor)

Leonel relató que ha participado en dos rescates: “el de Maikel, que cayó hace dos años, pero por suerte no se enredó con ninguna de las cabillas que están clavadas en las paredes del pozo y quedó sobre uno de las travesaños de madera; al igual que una perrita que pudimos sacar con un lazo desde el hueco en la pared en que se metió después de caer sobre uno de dichos travesaños también”.

El agua para la escuela primaria de la localidad se lleva desde Cabañas para cocinar y limpiar, pero para tomar la deben llevar trabajadores y escolares de sus casas.

Este no es el único asentamiento humano de la provincia que carece de suministro estable y suficiente de agua potable, pues otros como el batey del antiguo central Augusto César Sandino, la cooperativa Antero Regalado, y los barrios de Angosta, Tinaja, Henequén Viejo y El Tubo son ejemplos citados al vuelo.

Lilia Aguirre ha residido toda su vida en Santa Isabel y es una activista cívica empeñada en que mejoren las condiciones de vida de sus coterráneos, para lo cual ha realizado numerosas gestiones ante las autoridades a todos los niveles, incluido el suministro estable de agua, así como los reclamos de arreglo de los caminos.

Respecto a la situación de los viales, la activista explicó a CubaNet, vía telefónica, que el 7 de diciembre de 2014 el presidente del Consejo de la Administración de Mariel le aseguró que ya habían aprobado el presupuesto para reparar los caminos entre el poblado y el entronque en la carretera a Mariel-Cabañas, de alrededor de un kilómetro, y los interiores de Santa Isabel.

Casa típica de la localidad de Santa Isabel (foto del autor)

A la entrada desde el entronque regaron tres camiones de “piedra azul”, un material de construcción, y uno en el camino interior a la salida del poblado, y aún queda la loma de este material de un quinto camión que nunca regaron tras desparecer hace unos seis meses los trabajadores.

La paralización del mejoramiento del camino coincidió con la realización de una auditoría fiscal en las instancias municipales que provocó la destitución de algunos dirigentes y la detención bajo investigaciones de otros que están en espera de ser juzgados por corrupción y otros delitos de cuello blanco.

La pregunta sin respuesta para la gente de Santa Isabel es por qué los nuevos dirigentes no se han ocupado de las cuestiones prometidas oficialmente y aún pendientes.

Una característica de este poblado es que sus casas, en gran parte de madera y techo de tejas de fibrocemento o zinc, se ubican dentro de los árboles y la maleza de un tupido monte que es lo único que se puede ver desde la carretera, por lo que pasa desapercibido para muchos viajeros y por lo hechos descritos, parece que para los dirigentes locales también.

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@cubamartiana

Written by CubaNet

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