Cientos de guatemaltecos se han volcado hoy a centros de acopio para donar alimentos, ropa y otros productos para los damnificados de un deslizamiento de tierra que ha dejado al menos cuatro muertos en Cambray II, una comunidad cercana a la capital.
Los cuerpos de socorro, emisoras locales y organizaciones privadas se han convertido hoy en improvisados centros para recibir los víveres que dona la población para socorrer a los que perdieron todo por el derrumbe.
Agua potable, ropa, sopas instantáneas y leche forman parte de las casi 50 toneladas que se han recolectado, según voluntarios, y que son trasladadas en vehículos particulares hasta el municipio de Santa Catarina Pinula, al que pertenece la zona del desastre.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastre (Conred) ha confirmado hasta ahora cuatro muertos a causa del derrumbe, pero los cuerpos de Bomberos que están en Cambray II dan cuenta de siete fallecidos.
El número de desaparecidos aún es indeterminado debido a que, según la entidad, en la zona había al menos un centenar de viviendas, aunque la municipalidad de Santa Catarina Pinula tenía registradas oficialmente 68.
Policías, soldados y bomberos forman parte de las cuadrillas de más de 600 hombres que con picos y azadones participan en las labores de búsqueda y rescate de los desaparecidos.
La prioridad, según las autoridades, es encontrar a personas con vida debajo de las toneladas de tierra y escombros que sepultaron las viviendas.
En la zona del desastre, provocado por lluvias, las autoridades han improvisado una morgue a la que trasladan los cuerpos de las personas fallecidas, en tanto que los heridos son llevados a los centros asistenciales.
Escenas de desolación e impotencia se observan en Cambray II, según lo muestra la televisión local.
La Conred, con la participación del presidente de Guatemala, Alejandro Maldonado, tiene previsto ofrecer hoy una rueda de prensa con los datos preliminares de los muertos, heridos, desaparecidos y damnificados por el deslizamiento.
Con información de EFE.
