Un verdadero milagro médico ocurrió en Australia, donde un grupo de cirujanos logró reponer el cráneo de un niño luego de sufrir una decapitación interna. El hecho ocurrió el 15 de septiembre de este año, cuando el pequeño Jackson Taylor de 16 meses resultó herido de gravedad luego de protagonizar un violento accidente junto a su madre, cuando el auto de esta avanzaba a más de 110 Km/h.
Tras esto el niño resultó con una compleja fractura que separó su cráneo de la columna vertebral. Un horrible hecho que casi le cuesta la vida, y que de no ser por la rápida intervención de los médicos, en especial de Geoff Askin, considerado el “padrino de la cirugía”, no habría resultado con éxito. “Una gran cantidad de niños no habría sobrevivido a esa lesión, y si lo hicieran, al ser resucitados no podrían moverse o respirar nuevamente”, comentó Askin.
Luego de una operación de seis horas los especialistas debieron recurrir a una estructura de hierro, que conectara el cráneo con las vértebras, para así lograr la recuperación del menor. Además, debieron ocupar un injerto desde una de sus costillas, para así reconstruir la vértebra que había sido dañada, durante el accidente.
Actualmente Jackson permanece con estos aparatos que ayudan a mantener la posición precisa para una recuperación optima, los que tendrá que ocupar durante unas 8 semanas, tiempo suficiente para recuperarse y continuar con una vida normal según los pronósticos médicos.
Publicado en El Dinamo