La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que 33 personas continúan desaparecidas tras el bombardeo aéreo que ejecutó el sábado último la OTAN en la ciudad norteña afgana de Kunduz, reseñó Prensa Latina.
Como resultado de ese ataque de aviones estadounidenses contra un hospital administrado por MSF, murieron 22 personas y 35 recibieron heridas.
El presidente norteamericano, Barack Obama, ofreció disculpas por ese lamentable hecho, aunque la organización humanitaria consideró insuficiente el mensaje del mandatario.
Las consecuencias de la metralla lanzada por la alianza noratlántica, liderada por el Pentágono, obligaron al cierre de la instalación de salud y a la retirada del personal de MSF.
La organización médica dio a conocer que nueve pacientes y 24 empleados continúan desaparecidos.