Tomado de El Heraldo de Saltillo
En el sentir de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “Cuba es uno de sus mejores alumnos”, puntualizó Theodor Friedrich, Representante de FAO en Cuba, al referirse a la gestión del gobierno en función de la seguridad alimentaria y el diseño de políticas públicas para la protección social.
Condición meritoria que se sustenta, asimismo, al resultar uno de los pocos estados en cumplir tanto los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como la meta pautada en la Cumbre Mundial de Alimentación, efectuada en Roma en 1996.
A propósito de celebrarse el Día Mundial de la Alimentación y el aniversario 70 de la fundación de la FAO, Friedrich enfatizó los principales proyectos realizados en Cuba, con la colaboración de la agencia que representa, sobre las iniciativas nacionales de desarrollo agrícola, seguridad alimentaria, la pesca, la silvicultura y nutrición.
El representante de FAO urgió la implementación de instrumentos que propicien alcanzar una generación Hambre Cero y erradicar la pobreza. “Ya hemos tomado el rumbo de la nueva agenda de desarrollo”, dijo, la cual contó con la aprobación reciente de 193 estados en las Naciones Unidas.
Destacó también que los últimos tres directores generales de la referida organización han visitado Cuba, lo que refleja el reconocimiento a los esfuerzos nacionales en esta esfera de actuación.
A siete décadas de los nexos Cuba-FAO, recordó Friedrich que lo más importante no son los fondos invertidos, sino las oportunidades y capacidades gestionadas para cumplimentar su misión esencial aquí: el acompañamiento, la asistencia técnica y la socialización de informaciones para el sector profesional agroalimentario, entre otras cuestiones. Remarcó, igualmente, las pautas fijadas hasta el 2018 en el Marco de Planificación de País y la repercusión de la Cooperación Sur-Sur.
Por otro lado, reiteró el avance del archipiélago en varios aspectos estratégicos, respecto a otros países, aunque ello no significa que la FAO haya concluido su misión en Cuba. Todavía falta camino por recorrer en materia de sostenibilidad, donde la agricultura de conservación, es un instrumento que contribuiría a la soberanía alimentaria y a prepararse mejor frente a los efectos del cambio climático.