El presidente Barack Obama decidió frenar los planes para retirar las tropas estadounidenses de Afganistán y mantendrá la fuerza actual en 9.800 efectivos en 2016 antes de comenzar a recortar esos niveles.
“Las fuerzas afganas no son todavía lo bastante fuertes“, adujeron los funcionarios de la administración de Obama, porque consideran que la situación de seguridad en ese país sigue siendo “muy frágil y “no vamos a permitir que Afganistán se convierta en refugio seguro de terroristas“, dijo el mandatario hablando desde la Casa Blanca.
Obama buscaba retirar a todas menos a una pequeña fuerza basada en la embajada de Estados Unidos en Kabul antes de dejar el cargo en enero de 2017.
Sin embargo, los planes han cambiado y el numero de soldados se reducirá a 5.500 en algún momento del 2017 y se ubicaran en Kabul, Bagram, Jalalabad y Kandahar.
La decisión llega meses después de deliberaciones entre Obama, líderes afganos, funcionarios del Pentágono, comandantes en el campo y asesores de la Casa Blanca sobre cuál es la mejor manera de continuar apoyando a las tropas de Afganistán.
Los soldados estadounidenses continuarán entrenando y asesorando a las fuerzas afganas y también se enfocarán en asegurar que cualquier remanente de Al Qaeda no represente una amenaza para la seguridad estadounidense, dijeron funcionarios.
La coalición liderada por Estados Unidos en Afganistán terminó su misión de combate después de 13 años de guerra a fines de 2014 y desde entonces los soldados afganos han estado a cargo de la seguridad del país, con la ayuda de tropas estadounidenses y de la OTAN.
Sin embargo, las fuerzas afganas han tenido que enfrentar a talibanes recientemente, al punto que los rebeldes tomaron brevemente el control de la ciudad norteña de Kunduz.
Con información de EFE.