El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, John Kelly, dijo que con las nuevas relaciones con Cuba, la Isla dejó de ser un problema de narcotráfico, pero no así las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En entrevista con CNN en Español, Kelly señaló que en la actualidad “no hay drogas que pasan por Cuba, así que los narcotraficantes tienen que ir alrededor de la Isla”. Mientras que apuntó que las FARC —que en este momento negocian un proceso de paz con el Gobierno de Colombia en Cuba—, sí representan “una amenaza” para Estados Unidos.
“No son una amenaza para la seguridad nacional, pero la influencia combinada de la clase de drogas que trafican a Estados Unidos resulta en 40.000 muertes en Estados Unidos y eso es constante año tras año“, afirmó sobre el grupo gerrillero colombiano.
Señaló que eso cuesta a su país cerca de 200.000 millones de dólares anuales y que ahora mismo las FARC están en el inicio de la producción de grandes cantidades de drogas que fluyen de Colombia, principalmente por la ruta centroamericana de México a Estados Unidos.
Destacó que, si bien corresponde a los colombianos decidir si es bueno o no negociar con las FARC, si esa organización se sentó a negociar fue porque a través de los años fue perdiendo terreno y credibilidad ante el liderazgo del Gobierno colombiano.
En el caso de Centroamérica, opinó que pese a que las fuerzas armadas de los países de la región están dando la pelea, países como Guatemala, El Salvador y Honduras “están enfrentando casi estados fallidos” debido a la influencia del narcotráfico.
“Están siendo simplemente abrumados. La cantidad de dinero que sale de Estados Unidos a causa de este comercio de drogas es de decenas de miles de millones de dólares y eso es suficiente para sobornar a cualquiera de los funcionarios de más alto rango, así como a los policías más jóvenes, en cualquiera de esos países“, apuntó.
Dijo por otro lado que Venezuela no representa una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, pero sí una preocupación de una “crisis humanitaria”.
Ello debido a la posibilidad de un colapso de la economía en que los pobladores lleguen a “necesitar desesperadamente comida, agua y cosas por el estilo”.
“Podríamos reaccionar a eso pero por supuesto que lo haríamos sólo si se nos pide hacerlo y sin duda hacerlo a través de organizaciones como la ONU (Organización de las Naciones Unidas) o la OEA (Organización de Estados Americanos)“, añadió Kelly.