Una joven mexicana que sufre endometriosis partió este jueves en bicicleta desde Los Ángeles (EE.UU.) rumbo a Tijuana (México) para terminar una travesía de más de 5.000 kilómetros que comenzó el pasado agosto en Toronto (Canadá), con el propósito de crear conciencia sobre esta enfermedad.
María “Kukis” González, quien fue diagnosticada con la enfermedad hace 13 años (cuando tenía 18) y ha sufrido seis cirugías, inició su recorrido en Toronto el 16 de agosto sin saber realmente cuántas millas iba a poder pedalear.
“Tantos años con endometriosis te deja muy insegura porque nunca sabes cuándo va a atacar el dolor y eso te limita mucho”, anotó González, poco antes de iniciar su día número de 60 de pedaleo por tierras americanas y cuyo punto final será la ciudad fronteriza mexicana.
“Kukis”, como la llaman cariñosamente sus seguidores en su página de Facebook y en su sitio en internet (www.endobike.com), ha cruzado de este a oeste el norte de América en un trayecto en el que ha contado con el apoyo de su esposo, José Alejandro Andalón, para “luchar contra el pensamiento negativo”.
La endometriosis, denominada una de las “enfermedades femeninas silenciosas”, consiste en la presencia y proliferación de células del tejido uterino fuera del mismo y provoca desde dolores pélvicos y menstruaciones dolorosas hasta infertilidad.
De acuerdo con los especialistas, esta enfermedad afecta a un 10 por ciento de las mujeres y se manifiesta, “mayoritariamente, de forma dolorosa”, además de que no es de fácil diagnóstico.
Muchas mujeres padecen sus síntomas sin saber la verdadera causa, y por ello González y su esposo decidieron iniciar esta campaña con miras a atraer la atención de las instituciones sanitarias.
En sus años de lucha contra la enfermedad, González se ha dado cuenta que no solo en México sino en otros países la información es insuficiente.
“Si seguimos en el silencio vamos a tardar ocho o nueve años en ser diagnosticadas, porque ese es el promedio para que a una mujer le detecten la endometriosis”, aseguró.
“Hay que empezar a hablar de esto, hay que romper la vergüenza y saber que estamos enfermas para que las instituciones de salud nos empiecen a apoyar”, agregó la joven, quien fue diagnosticada con la enfermedad cuando le hicieron una cirugía para remover unos quistes en sus ovarios.
La histerectomía, o extracción quirúrgica del útero, la última cirugía a la que se sometió a los 28 años, ni siquiera es una forma definitiva de acabar con la enfermedad y, aunque algunos médicos la recomiendan como una solución definitiva, “lamentablemente esa operación no es una cura para la endometriosis”, advirtió.
En su largo trayecto, la joven activista viaja acompañada de su esposo, quien se encarga del mantenimiento de los equipos y de la seguridad en la carretera. “Esta campaña ha sido algo de los dos, cada uno apoyando al otro”, resaltó Andalón.
De su recorrido, “Kukis” contó que el momento más difícil ocurrió tras cruzar los Montes Apalaches, viajando de Washington hacia Oklahoma. “A los 21 días me picaron unos animales y tenía muchas ronchas y mucha comezón, me sentía enferma, me dolían las rodillas”, recordó la mexicana, quien volcó en su página de Facebook sus dudas respecto a la travesía, al cubrir una distancia tan grande solo “unos años después de haber estado postrada en una cama”.
Con información de EFE.