El activista Ariel Eugenio Arzuaga Peña salió este viernes de la cárcel sin que haya finalizado el cumplimento de su sentencia a cuatro años de privación de libertad. El preso político formaba parte de la lista de 53 opositores que Obama pidió a Castro que excarcelara para llegar al acuerdo de nuevas relaciones diplomáticas el 17 de diciembre.
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Arzuaga Peña comentó este sábado que ha estado en la cárcel sin que haya cometido “ningún delito” y que su única acción fue “defender los derechos humanos y la libertad de expresión para mi pueblo”.
El régimen, según añadió, “fabricó dos delitos y me acusaron de atentado sancionándome a cuatro años”.
Sobre la tardanza en ser liberado tras el acuerdo entre La Habana y Washington, el exprisionero político señaló que quizás la Seguridad del Estado “piensa que soy un peligro, me tuvieron preso injustamente y no me quieren en la calle”.
Su paso por la cárcel le ha permitido comprobar “las condiciones infrahumanas” en las que viven los presos. “Estuve todo el tiempo en la celda, me negué a cooperar con el centro, no asistí a los programas de reeducación, no participaba en los recuentos, mantuve una actitud rebelde siempre”, relató el opositor.
En su prisión, Las Mangas, en Bayamo, los presos se encuentran “hacinados, disponen de comida muy mala, sin proteínas ni vitaminas”.
Tras su salida de la cárcel, el activista dice sentirse “ahora más fuerte que nunca” para luchar contra un sistema que “cada vez veo más represivo” y cuyo fin es “humillar a los hombres”.
Arzuaga Peña se propone reiniciar su actividad política poniendo en marcha de nuevo el Centro de Derechos Humanos Luz y Verdad en Bayamo.
