“Cuba y EEUU chocan en la Asamblea General de las Naciones Unidas”, titula el principal periódico de Miami el artículo sobre la votación contra el Embargo. En realidad quien chocó en la ONU fue Washington contra la comunidad internacional en pleno, incluyendo a sus más cercanos aliados.
El gobierno de Obama quedó más solo de lo que había estado nunca en las Naciones Unidas. Cierto es que nadie puede “obligarlo” a terminar con el Embargo pero se queda sin justificación política ni ética, cuando 191 gobiernos del mundo declaran que el bloqueo a Cuba es inmoral e ilegal.
La Habana se negó a “suavizar” el documento, tal y como pedía Washington para abstenerse, y el canciller cubano enumeró las acciones de bloqueo económico, comercial y financiero que se siguen aplicando hoy contra su país, a pesar de que Obama tiene facultadas, que no utiliza, para “suavizarlo”.
Desde hace más de medio siglo los gobiernos de los EEUU aplican a Cuba la razón de la fuerza pero durante los últimos 20 años la Comunidad Internacional le recuerda a Washington que eso no le da la fuerza de la razón.