La audiencia general de esta semana, celebrada en la mañana de hoy, ha tenido un carácter ”interreligioso”, con motivo del 50 aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II ”Nostra Aetate” , que hace referencia a las relaciones de la Iglesia Católica con las religiones no cristianas. A este evento asistieron diversos representantes de numerosas religiones y los participantes en el Congreso Internacional.
La actividad fue organizada por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso en colaboración con la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y con la Universidad Pontificia Gregoriana.
Antes de comenzar la catequesis en la Plaza de San Pedro el Papa fue al Aula Pablo VI para saludar a los enfermos, ancianos y a las personas con diversos problemas de salud que, debido a las malas condiciones atmosféricas, no pudieron asistir a la audiencia al aire libre. Posteriormente, dio la bienvenida a los presentes y manifestó su agradecimiento para recordar juntos el 50 aniversario del documento conciliar.
El Papa Francisco, concluyó instando a todos a rezar por el futuro del diálogo interreligioso y señaló “…somos hermanos, sin el Señor, nada es posible; con Él, todo se hace posible !Que nuestra oración -cada uno según su propia tradición- se adhiera plenamente a la voluntad de Dios, que quiere que todos los hombres se reconozcan hermanos y vivan como tal, formando la gran familia humana en la armonía de la diversidad!”.
Finalizados los saludos en diversas lenguas, el Papa invitó a todos a rezar al Señor, siguiendo la tradición propia, pidiéndole que nos hiciera más hermanos entre nosotros y más servidores de los necesitados.
Con información de Vatican Information Service