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¿Cómo encaja la renuncia de Colomé Ibarra en los planes de sucesión del régimen?

abelardo-colome-ibarraAcaba de renunciar, alegando cuestiones de salud, quien fuera el ministro del Interior mas veterano —y el único encargado de la represion politica— del hemisferio occidental: el general Abelardo Colomé Ibarra. ¿Qué significa su retirada en el marco del proceso de relevo generacional que pretende el régimen de aquí a 2018, para cuando Raúl Castro anunció su propio retiro como presidente del Consejo de Estado y de Ministros?

Primero, toca analizar a qué renuncia exactamente “Furry”, como le llaman en el círculo de poder. Según la nota publicada por el periódico oficial del Partido Comunista, Granma, Colomé Ibarra no solo entregó su cartera de ministro del Interior, sino que también dejó de ser miembro del Consejo de Estado. La misiva no aclara si continuará fungiendo como miembro del poderoso Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, cúpula regente de los destinos políticos del país, y como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Ante la falta de aclaratoria, nos toca asumir que seguirá en función de dichos cargos.

Ahora, teniendo en cuenta que el mismo Colomé dice que su salud no es la misma para desempeñar cargos públicos, es presumible que seguirá en los que aún ocupa de forma nominal y por corto plazo. Cabe preguntarse si en el próximo congreso del PCC, a celebrarse en abril de 2016, Raúl Castro lo liberará de su puesto en la cúpula partidista, teniendo una oportunidad más para honrar a uno de sus hombres más fieles dentro del aparato político-militar.

De igual modo, podemos asumir que no será candidato a diputado en las próximas elecciones a la Asamblea Nacional del Poder Popular en 2017. En un país con las más mínimas garantías de un Estado de derecho, miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular y organizaciones de la sociedad civil estarían pidiendo la renuncia inmediata de Colomé como diputado, al no estar en condiciones de continuar ejerciendo sus funciones.

Como sustituto del general Colomé Ibarra, Raúl Castro nombra a otro hombre de su confianza, veterano de la lucha armada en la Sierra Maestra y un año mayor que su antecesor, el general Carlos Fernández Gondín. También diputado a la Asamblea Nacional, Fernández Gondín no es miembro del Buro Político del PCC ni del Consejo de Estado. Ascenderlo a dichos cargos, ahora o en el VII Congreso del Partido, y no a una figura mas joven y de un perfil menos conservador, ralentizaría aún más el anunciado proceso de relevo generacional.

Por ahora, el general Raul Castro pasa ficha al mantener en el ala conservadora uno de los cargos más importantes del régimen. El relevo de los altos mandos sigue siendo intrageneracional, o sea, exclusivo a los miembros de la generación histórica del régimen. Queda bien claro que el Ministerio del Interior es demasiado importante  como para confiarle su jefatura a un “pino nuevo”.  Mientras la biología lo permita, la responsabilidad de reprimir el creciente descontento de los cubanos debe permanecer en manos de los vetustos del régimen.

Con Fernández Gondín podemos esperar que continúe la represión a la disidencia y el férreo control sobre todos los sectores de la sociedad cubana por parte de los órganos de Seguridad del Estado que administra su nefasto ministerio.

Publicado en Diario de Cuba

Written by @diariodecuba

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