Entre seis y 10 personas murieron hoy en la región noreste de Arsal, fronteriza con Siria, por una explosión cuyo origen se investiga, mientras proliferan versiones contradictorias de autoridades y medios noticiosos libaneses, reseñó Prensa Latina.
Fuentes de seguridad citadas por publicaciones independientes indicaron que al menos 10 personas fallecieron y otras resultaron heridas, mientras la televisión Al-Jadeed reportó que la deflagración fue provocada por un carro bomba cerca de un edificio del Frente Al-Nusra, filial de Al-Qaeda en Siria.
Según el canal televisivo LBCI, la detonación tuvo como blanco una reunión de ulemas (eruditos) musulmanes del Qalamoun que median con los grupos terroristas Estado Islámico (EI) y Frente Al-Nusra para lograr la liberación de una veintena de rehenes libaneses capturados hace más de un año en Arsal.
Esa fuente añadió que la deflagración se escuchó con fuerza en el vecindario de Al-Sabil, mientras la agencia oficial de noticias NNA asoció el incidente con una explosión en un establecimiento comercial dedicado a vender bombonas de gas.
La misma NNA había reportado inicialmente que la causa fue una bomba colocada en una tienda de una familia de apellido Rayed, cerca del nuevo edificio del gobierno municipal en Arsal, y que la detonación ocasionó muertos y heridos civiles, aunque sin precisar el número.
Medios radiales, entretanto, aseguraron que la explosión ocurrió fuera de una carnicería en el barrio Al-Sabil por un artefacto colocado dentro de una motocicleta, lo cual se cree que dejó al menos seis muertos.
Las autoridades desplegaron equipos paramédicos para asistir a los heridos, elevaron la alerta de las fuerzas de seguridad y militares, habitualmente alta en esa conflictiva localidad limítrofe donde operan ambas agrupaciones yihadistas, que la asaltaron el 2 de agosto de 2014.
Por otro lado, se abrió una investigación para esclarecer los hechos, mientras familiares de los soldados y policías rehenes del Frente Al-Nusra y el EI dialogaban con diplomáticos turcos para buscar mediación a fin de lograr la liberación de los uniformados capturados el pasado año.
La alerta del Ejército ante la amenaza terrorista llevó a capturar este jueves a dos libaneses y a un palestino por sospechas de disparar ilegalmente en los suburbios del sur de Beirut.
En la sureña ciudad de Saida, efectivos de las fuerzas de seguridad abrieron fuego la pasada madrugada contra desconocidos que lanzaron piedras contra puestos policiales en el área del valle del campamento de refugiados palestinos Mieh-Mieh, indicó la NNA.
