Estos pequeños gusanitos podrían ser los que salven al mundo… bueno casi. Investigadores de la universidad de Beijing y de Stanford descubrieron que los gusanos de harina y las larvas de polilla de seda podrían ser la solución a los problemas de contaminación de plástico.
!Sí así como escuchas¡ estos pequeños insectos tienen enzimas en sus estómagos capaces de digerir el plástico. Y lo mejor que también pueden digerir el poliestireno, un material que se creía que no era biodegradable.
Los insectos pueden comer de forma segura los plásticos y obtener energía del proceso. Pero lo más sorprendente es que pueden degradar estos materiales en menos de 24 horas y convertirlos en dióxido de carbono.
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