Hay mujeres que no ‘se atreven’ a salir de casa sin un toque de su base de maquillaje. En la oficina, en el cine, incluso en el gimnasio, consideran que su tez ha de estar perfectamente unificada y corregida. No ‘se ven’ con la piel desnuda. Y quieren lo que podríamos llamar las tres claves de la base perfecta: que sea de fácil aplicación, que cubra lo suficiente para corregir, pero que deje un acabado sutil, natural y luminoso. ¿Misión imposible? Las firmas cosméticas vuelcan gran parte de los esfuerzos en la creación de nuevas fórmulas en sus bases, conscientes de la importancia que estas tienen para muchas mujeres.
Y es que estamos viviendo un tiempo en el que el maquillaje, más allá de tendencias, apuesta por una piel impecable, un rostro favorecido con el fondo de maquillaje, sin imperfecciones, pero muy natural. El no make up se ha hecho un hueco y lleva al extremo ese camino a la naturalidad, como vemos en un buen número de propuestas beauty en la pasarela.