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El derrumbe del socialismo, la voz del sabichoso y la advertencia general

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Jose Luis Rodríguez

Jose Luis Rodríguez

HAVANA TIMES — La cooperación de Ruth Casa Editorial con el sello cubano de Ciencias Sociales- ha permitido la aparición de un título excepcional, que merece toda nuestra atención.

El autor es un “peso pesado” del establishment cubano, con credenciales académicas de gran lustre y trayectoria plenamente integrada, frente a ministerios y otras instituciones importantes. José Luis Rodríguez García es el principal “culpable” del volumen, El derrumbe del socialismo en Europa.

Cuando nosotros en el Observatorio Crítico, que somos… menos notables, escribimos cosas parecidas a las que ha escrito en su libro Rodríguez García, nos dicen hasta del mal que vamos a morir. Eso da una idea de la importancia que tiene que aparezcan puestas claramente en dicha fuente. Y, sin que nadie se extrañe por eso, lo puede afortunadamente argumentar con mucha mayor erudición que unos servidores.

Nadie en Cuba puede discutir la importancia que tiene dominar las características y razones que determinaron el fin del llamado Campo Socialista, con la Unión Soviética delante. O sea, nadie puede negarlo explícitamente. Sí se puede tratar de minimizar el debate respecto a este, desalentar su divulgación. Especialmente, se puede distorsionar la realidad de los fenómenos transcurridos en ese territorio, en esa etapa tan polémica del siglo XX –y lo que va del XXI.

Se puede intentar ofrecer versiones maniqueas y simplificadas, que perjudiquen la comprensión de los errores vividos. El cuestionamiento más agudo que despierta es que, si alguna vez, fuerzas presuntamente progresistas pudieron perpetrar ciertos errores de consecuencias tan monstruosas; si ya se sabe cuáles fueron; ¿qué resultados caben esperar de planificarse maniobras parecidas? ¿Podrá volverse a calificar de errores o será finalmente reconocido como estrategia deliberada, por parte de personas muy bien enteradas?

En la lectura de El derrumbe… se revelan perfectamente los daños provocados por la aplicación de métodos burocráticos y voluntaristas de la economía y la sociedad. Se denuncian los abusos del autoritarismo imperante en aquellas regiones, y las consecuencias de enajenación, corrupción y brecha entre las personas trabajadoras y las clases dirigentes, que se llamaban a sí mismas vanguardia del socialismo.

Yo empecé a tomar notas sobre el libro, con vistas a una reseña y llené casi 10 cuartillas de puntos “imprescindibles” para contar. Y eso que dejé de lado todos los demás países del campo socialista de los que también habla el autor y me concentré solo en los capítulos dedicados a la URSS, posteriormente, Rusia. Me permitiré solo unos pocos comentarios más, con la esperanza de animar la búsqueda del texto y su lectura.

Quisiera trasmitir la certeza, que se profundiza con estas páginas, del parecido de las circunstancias vividas allá con las de aquí. Con este material, se constata nuevamente lo difícil que es producir algo nuevo. Que es iluso y poco productivo, especialmente, esperar resultados diferentes a partir de aplicar los mismos principios.

Nuestro analista expone la evolución de la sociedad soviética –y luego, rusa – desde el punto de vista económico, desde el triunfo de la Revolución bolchevique hasta nuestros días. Ofrece también una panorámica de los debates académicos producidos en toda esa época sobre la economía, sus fortalezas y debilidades, y cómo contribuyeron al desarrollo de los acontecimientos.

En la lectura de El derrumbe… se revelan perfectamente los daños provocados por la aplicación de métodos burocráticos y voluntaristas de la economía y la sociedad. Se denuncian los abusos del autoritarismo imperante en aquellas regiones, y las consecuencias de enajenación, corrupción y brecha entre las personas trabajadoras y las clases dirigentes, que se llamaban a sí mismas vanguardia del socialismo.

El libro refiere la evolución de las tendencias imperantes. Estas se pueden resumir, apretadamente, en varias oscilaciones entre centralización y descentralización. Normalmente prevalecía el fortalecimiento de la planificación centralizada, y cada cierto tiempo intentaban la descentralización basada en las relaciones monetarias mercantiles.

Siempre, toda iniciativa y gobernanza partían de la cúpula del Partido Comunista de allá, el PCUS y el Gobierno. La burocracia campeaba por sus respetos en la tierra de Lenin y la Revolución de Octubre. De rareza alguien se acordaba, sin mucho éxito, de darle voz y voto al trabajador en la base, presunto dueño y soberano del sistema social; al que se le pretería sistemáticamente en cuanto a sus necesidades de consumo y se le profundizó su enajenación. Nótese que esto lo dice Rodríguez García, no Rogelio el entrometido u otros pesados que andamos en el OC.

En sus inicios, el proceso conocido como la Perestroika, no fue sino un intento más de dinamizar una economía estancada, mediante la descentralización y el estímulo a la productividad. Se volvieron a apoyar en el estímulo material, ofreciéndose autonomías a las empresas; supuestamente se intentó dar mayor participación a la clase trabajadora en las decisiones vitales y estimular el diálogo y el debate nacional. El objetivo declarado era perfeccionar el socialismo.

A partir del libro quedan por efectuar muchas reflexiones, con serias consecuencias. El material ha sido puesto al alcance del público cubano. Será triste confrontar si, en un futuro, se alega haber pecado por desconocimiento.

Algunas de esas ideas eran loables, pero se encontraban lastradas por los defectos ya mencionados. La clase obrera soviética ya no creía en el corrupto liderazgo prevaleciente y anhelaba una solución, cualquiera, a sus necesidades crónicamente insatisfechas. Las contradicciones acumuladas por toda la sociedad eran tan grandes, que el proceso simplemente estalló y se salió de todo control posible. Los peores intereses, lo más putrefacto dentro del aparato de gobierno, vieron la oportunidad y, bajo la promesa de una prosperidad pronta para las masas, ofrecieron y conquistaron el corolario no previsto de la transición al capitalismo.

En el libro de Rodríguez se explica este proceso de lo más bien. Asimismo, se expone el subsiguiente proceso de construcción del capitalismo más salvaje y neoliberal que imaginarse pueda en esta época. Se ilustra como el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin, es un adalid destacado de esa camada. Esta parte del libro obra como sonoro desmentido a todo el que pretende hacer pasar a este personaje del imperialismo ruso y sus hechuras, como algún tipo de conquista progresista.

A partir del libro quedan por efectuar muchas reflexiones, con serias consecuencias. El material ha sido puesto al alcance del público cubano. Será triste confrontar si, en un futuro, se alega haber pecado por desconocimiento.

 

Written by Havana Times

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  1. lenin tomo el poder en rusia y pudo constatar que no existia el capitalism,sino una sociedad de ciervos.intento continuar con su doctrina y proyectos pero nada funciono,a raiz de su muerte el poder debio pasar a manos de leon trostky que era un gran intellectual y el comisario que hiso la revolucion,asi como tenia la doctrina de las elecciones obreras en un period de pocos anos.stalin con sus intereses conspire y lo aparto del poder,mandandole a asesinar en mexico varios anos despues.con el ascenso de stalin se crea el =stalinismo,con la imagen y supuesta ideologia comunista,pero este senor es un campesino sin cultura y mucho deseo de poder.es justamente en este proceso donde en la practica matan al comunismo en rusia,al sustituir doctrinas de grandes pensadores como marx hasta trostky.el propio stalinismo llamado comunismo es el que elimina la doctrina.en el pais que se intente implanter ,solamente se recogera la cosecha de su lider jose stalin y toda la humanidad sabe lo que este georgiano dejo para la posteridad.

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