La versión más nueva del Z-2/ Foto: NASA-El Pulso
El Pulso.- Aunque la conquista marciana todavía se ve lejana, los ingenieros espaciales están trabajando ya en tener todo bajo control para que dichas expediciones resulten exitosas. Parte fundamental de ello son los trajes que los astronautas llevarán a millones de kilómetros de la Tierra.
En lo que respecta a la vestimenta, el ritmo de evolución de las modas parece transcurrir mucho más lentamente en el espacio que en la Tierra: la EMU (siglas en inglés de ‘Unidad de Movilidad Extravehicular’) de la NASA ha cambiado poco desde su creación en los años 80 (sólo fue actualizado para incorporarle un diseño modular tras la puesta en marcha de la ISS), mientras que su sistema de soporte vital es -a grandes rasgos- el mismo que mantuvo con vida a los tripulantes de las misiones Apolo en los sesenta, la misma década en la que se estableció el diseño básico del traje que hoy en día siguen portando los cosmonautas rusos, el ORLAN M y que los chinos han adoptado con su diseño Feitian.
Llega el Z-2
Por eso, recientemente la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) presentó un nuevo prototipo que podría llegar a suceder a la EMU de cara a una futura misión a Marte: el Z-2.
El diseño original del mismo fue resultado de un proceso de crowdsourcing realizado en 2014 y tras el que resultó ganador de un concurso entre tres propuestas (con un 63 por ciento de los apoyos). En aquel momento, resultaba más voluminoso y su estética tenía una innegable similitud con la de la película ‘Tron’, algo que la NASA ha cambiado oscureciendo el traje y tornando roja la luminiscencia verde-azulada del torso.
Un comunicado reciente de la NASA explica que se encuentran “desarrollando la próxima generación de tecnología para trajes espaciales que permitirá la exploración del espacio profundo gracias a la incorporación de avances como los sistemas regenerables de eliminación de dióxido de carbono, o de evaporación de agua, que cubrirán más eficientemente necesidades básicas de los tripulantes, como la respiración o la regulación de temperatura. Debido a que la serie Z es aún un prototipo, el diseño no realizará ningún viaje al espacio […] aún tiene que superar numerosas pruebas en tierra“.
Explicaron que esta innovación en la zona del torso proporcionará una durabilidad de largo plazo, necesaria para desarrollar la actividad extravehicular planetaria (EVA).
Las articulaciones del hombro y de la cadera difieren significativamente respecto a otros diseños, con base en extensas evaluaciones realizadas a fin de optimizar la movilidad de esas áreas del cuerpo, indicó la agencia espacial.
Revelaron asimismo, que las botas están diseñadas en una forma más cercana a las que se puede encontrar ahora en un traje listo para el espacio y los materiales utilizados en el Z-2 son compatibles con un entorno de vacío total.
Pero la División de Sistemas de Exploración Avanzada de la NASA se encuentra trabajando ya en una versión del Z-2 que pueda ser usado algún día para explorar la superficie marciana, de tal manera que puedan maniobrar fácilmente dentro y fuera de los rovers, lo que probablemente se traduzca en nuevas actualizaciones del diseño.