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Medios “alternativos”, ¿crisis u oportunidad?

por Fernando Ravsberg

medios 1HAVANA TIMES — Hace unos días participé en “InCubar”, el tercer curso sobre el manejo de redes sociales promovido por la Fundación Aca Media Latam. Allí, en un muy buen ambiente, nos mezclamos promotores, blogueros, periodistas y community manager privados e institucionales.

El curso nos puso al día sobre cómo elaborar estrategias para sacarle mayor provecho a las redes sociales. Uno de los ejercicios nos pedía establecer cuáles son las principales fortalezas y amenazas que enfrentamos en el desarrollo de nuestros proyectos.

Nos dividimos en grupos, los institucionales, los periodistas, los blogueros, etc. con el fin de diagnosticar la situación de cada uno de nuestros sectores, el paso previo imprescindible para establecer una estrategia. A mí me tocó participar con los blogueros.

Sería largo contar las conclusiones de cada uno de los grupos, pero me detendré en las que marcaron mis colegas de los medios oficiales cubanos. Ellos vieron como una “amenaza” el surgimiento de medios “alternativos” que ofrecen una mayor “diversidad”.

Entrecomillo las tres palabras, porque me parecen medulares y así lo debatimos en el curso. Calificar a los nuevos sitios de información como “amenazas” implica, en los hechos, considerarlos como “enemigos”, cuando en realidad podría ser una “oportunidad”.

El fin del monopolio informativo puede verse como la plaza sitiada que fue finalmente “penetrada” por el enemigo o como el inicio de una competencia que podría ser el motor que nos convierta en los comunicadores que la nación necesita.

Los medios oficiales sufren de tal “verticalidad político-editorial” que han llegado a reproducir la misma portada.

Los medios oficiales sufren de tal “verticalidad político-editorial” que han llegado a reproducir la misma portada.

Lo cierto es que quienes escriben en los medios digitales “alternativos” son tan buenos como los que escriben en la prensa oficial, a veces, incluso, son los mismos. La diferencia radica en que juegan con otras reglas, en un lugar les permiten volar y en el otro les amarran las alas.

Si yo trabajara para un medio nacional cubano estaría encantado de la progresión de los nuevos sitios de información sobre Cuba. En primer lugar, porque me permitiría exigir más “autonomía de vuelo” como única forma de poder competir con ellos.

Estos sitios representan además una fuente de empleo, dan a los periodistas cubanos opciones laborales con mejor salario y más libertad editorial. Por primera vez en décadas dejar la prensa oficial no significa renunciar a nuestro oficio de comunicadores.

Estos espacios son una “alternativa” para los periodistas y una “amenaza” para los censores y los directores de los medios, quienes tendrán que negociar, pues la imposición los está llevando a perder cada día más jóvenes talentos de la comunicación.

Hoy existe mayor “diversidad” de información sobre Cuba y esa multiplicidad es parte de la vida misma. Es positivo que se plasmen ópticas diferentes, cuantos más cubanos encuentren espacio para reflejar sus opiniones más nos estaremos acercando a la verdad.

Algunos críticos de Cartas desde Cuba nos acusan de mezclar “una de cal y otra de arena”, como si se tratara de una estrategia, como si cada mañana nos preguntáramos: ¿qué toca hoy elogiar o criticar?, como si las sociedades no se construyeran con arena y cal.

Con Internet, el Paquete, las antenas satélites y los medios digitales, terminó con el monopolio de los medios del gobierno cubano. Foto: Raquel Pérez Díaz

Con Internet, el Paquete, las antenas satélites y los medios digitales, terminó con el monopolio de los medios del gobierno cubano. Foto: Raquel Pérez Díaz

Las opiniones diferentes no desaparecen porque las ignoremos en los medios de comunicación. En Cartas desde Cuba publicamos muchos textos y comentarios que no compartimos, lo hacemos porque influyen sobre la vida de los cubanos y por ende son de interés público.

Los periodistas de la Isla tienen también el desafío de reflejar en sus reportajes esa diversidad y los medios nacionales tienen ante sí el reto de dejar el “oficialismo” y convertirse en entes públicos, fieles espejos de las opiniones y la vida de todos los ciudadanos. La escasa credibilidad de la prensa oficial no es un problema nuevo.

Ya en los años 90 los humoristas cubanos se burlaban de su parcialidad, a pesar de lo cual todo se mantuvo inmóvil, porque nada la “amenazaba”, no existía una “alternativa” de información.

El corre-corre empieza cuando llega el fin del monopolio con el nacimiento de los sitios digitales de información, Internet y el Paquete. Es entonces que el propio gobierno pide un periodismo más veraz, equilibrado, oportuno, atractivo y crítico.

En algunas culturas la palabra “crisis” tiene una connotación positiva y podrían llevar razón. No cabe duda de que la crisis creada por los “alternativos” es una buena aliada del periodismo cubano, la que impone la necesidad del cambio y brinda la oportunidad de mejorar.

Written by Havana Times

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