Un paso hacia adelante, un paso hacia atrás. Los senadores republicanos y precandidatos a la presidencia Marco Rubio y Ted Cruz retroceden en su afán por congraciarse con los conservadores estadounidenses. La inmigración, tema que debería ser sensible para dos políticos con raíces latinas, se ha convertido en todo un conflicto para los jóvenes republicanos.
Rubio hoy rechaza un enorme proyecto de ley del que fuese coautor en el año 2013 sobre la inmigración en Norteamérica. Cruz por su parte, lo acoge como bandera, a pesar de que en el pasado se oponía al proyecto.
Todo esto, según El Nuevo Herald, es en la búsqueda de atraer a los votantes conservadores en las elecciones primarias de precandidatos presidenciales del Partido Republicano “en una campaña ensombrecida por el aspirante Donald Trump, que desea deportar a los 11,5 millones de inmigrantes que radican en Estados Unidos, sin autorización legal.
De acuerdo al rotativo, la postura dura de Trump ha empujado a todo el terreno republicano hacia la derecha, lo que podría generar problemas para el eventual candidato del partido, que enfrentaría un electorado más diverso en las elecciones presidenciales.
Con información de: El Nuevo Herald