A raíz del deshielo con Estados Unidos y las reformas de Raúl Castro, las empresas extranjeras se empujan para no perderse el tren de la apertura, pero hacer negocios en Cuba puede convertirse en un desafío.
El anuncio del acercamiento con Washington a fines de 2014 cambió radicalmente la percepción sobre Cuba en el exterior y delegaciones diplomáticas y empresariales desfilan por la isla hace meses, dijo AFP.
La Feria Internacional de La Habana alcanzó la semana pasada la cifra récord de 570 empresas extranjeras, confirmando un entusiasmo comercial innegable.
Las fortalezas de Cuba son múltiples: una mano de obra calificada, una posición geográfica estratégica en el Caribe y sectores en crecimiento apoyados por las autoridades (energía, turismo, agroalimentos y biotecnología).
Los escollos: el embargo estadounidense vigente desde 1962 y la burocracia.
Fuente: El Universal