PH-. Un grupo de estudiantes del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico se convirtió en paladín de la protección de recursos marinos a los que muy poca gente presta atención: los erizos y pepinos de mar.
Tras escribir una carta alertando del peligro de que ambas especies se estuviesen sobrepescando, lograron que la secretaría de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero Pérez, emitiera una orden administrativa prohibiendo su pesca comercial durante un año.
Además, se ordenó hacer un estudio sobre si es posible continuar su pesca comercial o no. Los estudiantes relataron que la iniciativa surgió como parte de un curso dentro del programa de Biología Marina que es único en la Isla a nivel de bachillerato.
En esa clase estudiaron las consecuencias de la sobrepesca de especies y cómo se desencadena una serie de problemas económicos, sociales y ambientales. Fue cuando salió a relucir la pesca en Puerto Rico de estas dos especies que son altamente codiciadas en países orientales.
“En el curso los estudiantes iban trayendo inquietudes y cosas que querían discutir. Siempre hay un tiempo para hablar de las cosas nuevas y el tema de los pepinos y los erizos de mar, especies que no se pescan en Puerto Rico, pero se veía el problema ya desarrollándose en términos del manejo inadecuado y que era recurrente.Entonces, decidí detener la clase y darle foro a ellos para que redactaran una carta que por conducto mío se llevó a Recursos Naturales… y una junta votó unánimemente, y la secretaría de manera muy diligente atendió la inquietud de los estudiantes, le dio validez”, relató el capitán y profesor Marcos Hanke.
Joshua Ruiz Meléndez, uno de los estudiantes del curso, afirmó que la inquietud “llega al salón cuando el profesor menciona cómo en las islas cercanas se estaba ya explotando comercialmente el uso del erizo y el pepino para exportar. El grupo de la clase decidió hacer la carta y hacerla llegar al departamento”.
Por su parte, Cristian Ortega Ramos, señaló que cada cultura tiene su propia comida típica y aunque para nosotros no es común, en países como Japón y Tailandia los pepinos y los erizos tienen una alta demanda al punto de que en sus propias aguas ya están escaseando. Es cuando las empresas se mueven por el mundo para buscar satisfacer los pedidos.
“Entendimos que se podían estar aprovechando de ese recurso aquí”, afirmó el estudiante al tiempo en que confesó que: “nosotros no creíamos que la carta fuera a llegar tan lejos dándose el caso de que surgió en un salón de clase y éramos tan pocos estudiantes y es una temática que no es tan importante; temíamos que fuera ignorado”.
Cristian indicó que el Gobierno tiene muy mala fama y pocas veces se ve acción “a menos que ya el problema sea obvio, sea grande, sea grave y como decía el profesor, la ausencia de estas especies en el ecosistema especialmente con los corales, a la larga esto puede afectar la pesca de otros depredadores que se alimenten de ellos, se puede afectar toda la cadena por lo que quizás no es un problema al momento pero a la larga sí lo será. Así que es importante que hayan escuchado”.
Miguel García, director del Negociado de Pesca y Vida Silvestre del DRNA, dijo en una entrevista separada que se sabía que la población de erizos y pepinos de mar era limitada y que había una empresa privada autorizada para pescarlas.
“Los estudiantes vinieron y nos dieron la voz de alerta de que algo estaba ocurriendo… Hay que reconocer la gran aportación de los estudiantes porque algunas cosas no sobresalen entre tanto asunto y es bueno que ellos tomen la iniciativa”, aseguró.
El funcionario indicó que en agosto de 2011 salió un permiso para la empresa interesada en la pesca de los pepinos y los erizos en el área de Lajas. Aunque se pensó que recogerían unos 12,300 ejemplares por mes, para agosto de 2011 la empresa reportó la pesca de unos 20,000 ejemplares. Casi un año después, en el mes de octubre de 2012, reportaron que apenas pudieron pescar unos 1,000 ejemplares. En total se estima que 120,000 unidades de pepinos y erizos cayeron en las redes de la empresa.
García explicó que son bien fáciles de capturar porque son animales que prácticamente no se mueven. Sin embargo, tiene una función bien importante en la medida que ayuda a filtrar y sacar arena más limpia, además de que sirve como principal alimento de otros peces que son los que se llevan a la mesa.
Por lo tanto, si escasea esa especie, hay muchas otras que se afectan también. Mientras, su ciclo de reproducción es lento. Según dijo Hanke, en la Isla de Santa Cruz, tras el paso del huracán Hugo, desaparecieron casi todos los erizos y pepinos de mar por tratarse de una plataforma bien llanita alrededor de toda la Isla.
A la naturaleza le tomó cerca de 16 años antes de que se pudiera ver nuevamente en las costas de la Isla. El profesor adelantó que a nivel federal también se está evaluando la posibilidad de vetar la pesca de pepinos y erizos de mar en el Caribe.
El director del bachillerato en biología marina Héctor Ayala indicó que la acción gubernamental tras la iniciativa de los estudiantes “es un ejemplo vivo y sumamente importante de cómo lo que hacemos en el salón de clases impacta la calidad de vida en el País”. “Se habla de que la universidad no hace nada por mejorar el entorno pero aquí lo estamos haciendo. Se estudió en un salón, se llevó (a la agencia) y se convirtió en algo real”, destacó.
El profesor aseguró que lleva muchos años trabajando con el manejo de pesquería y nunca había visto una disposición tan rápida para crear política pública o de manejar un problema. “Esta forma tan participativa se debe estimular… la iniciativa sienta un precedente muy importante porque es un reclamo académico de ellos como estudiantes”, manifestó.
Mientras, Cristian sostuvo que “aunque seamos jóvenes o pocos, podemos tener un impacto. Como dicen, somos el futuro y lo que los profesores enseñan nosotros lo aplicamos para mejorar nuestro ambiente y lo que nosotros aprendemos lo queremos aplicar para futuras generaciones”.