Algunos de los cientos de migrantes cubanos en Costa Rica a la espera de solución que les permita llegar a Estados Unidos explicaron a Martí Noticias las precarias condiciones en las que sobreviven.
El drama de los cubanos ha acaparado titulares, visibilizando aristas del dilema que incluye, entre otros problemas, el tráfico humano del que son víctimas. Todo ello sin que los Gobiernos de la región cuenten con protocolos para enfrentarlo, hasta ahora, por lo que continúan a la espera de solución
La indetenible migración de cubanos, que exponen sus vidas atravesando fronteras y hasta la selva, está planteando un problema a la región, mientras el Gobierno de La Habana culpa a la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba de alentar la avalancha.
“Me siento con los huesos molidos de dormir en el piso con unos cartones”, dijo Armando Lozano, del grupo de cubanos varados en Costa Rica, al periodista Adriel Reyes.
“Para nosotros ha sido bastante difícil. Pensamos que esta trayectoria iba a ser un poco más fácil pero nos ha costado llegar allá (Estados Unidos). Hemos tenido muchos tranques en Costa Rica, aquí en Nicaragua, en Colombia, que nos estafaban el dinero, muchas cosas… No pensaba que era de esta forma”, dijo Lozano a Martí Noticias.
Costa Rica sostiene que está en contacto con Gobiernos de la región y esperan tener unasolución la próxima semana.
En lo que los Gobiernos se ponen de acuerdo, niños, mujeres y hombres de la isla sobreviven enimprovisados albergues con la asistencia de las autoridades, la iglesia y grupos de Derechos Humanos en Costa Rica.
Estamos sobreviviendo
La angustia y la incertidumbre acompañan a los cubanos en su empeño por alcanzar suelo estadounidense. Están pagando un alto costo humano que va desde graves riesgos para la vida, maltratos, abusos hasta sobornos y otras vejaciones mientras están a la espera de solución
“Me paso casi toda la noche despierta porque estoy en tensión. Imagínate toda la gente aquí tirada. A veces nos pasamos la noche haciendo cuentos y hablando del mismo tema. Uno está cansado, pero las preocupaciones no te dejan descansar”, dijo Shelida Guevara, que es parte del grupo que permanece en Peñas Blancas.
Guevara dijo a Martí Noticias que comen por la caridad de la Iglesia que le ofrece cada día arroz, frijoles, pollo y refrescos repartidos en horarios de almuerzo y comida.
