La policía belga busca una decena de sospechosos de preparar atentados en esa capital, donde hoy se reúne el Consejo Nacional de Seguridad para evaluar la continuidad de medidas de excepción aplicadas ante una amenaza terrorista.
El referido grupo contaría con gran cantidad de armas y explosivos.
Además, las fuerzas de seguridad investigan a otras cinco personas que pueden estar relacionadas con actividades violentas, derivadas de la serie de atentados del pasado día 13 en París, indica la versión digital del diario Le libre belgique.
Las autoridades buscan con especial afán a Salah Abdulasem, contra quien pesa una orden internacional de captura, pues se considera debió ser un atacante suicida en París, pero se arrepintió a última hora.
El citado rotativo revela que Abdulasem podría encontrarse en esta capital, a juzgar por una conversación de éste con un amigo por Skype.
Al respecto, el periódico Le Derniere Houre señala que el acalde del municipio capitalino de Scharbeek, Bernard Clerfayt, se refirió a la presencia en esta urbe de al menos dos personas portadoras de una bomba para atacantes suicidas.
Clerfayt justificó así la necesidad de mantener el estado de máximo alerta decretado ayer en los 19 municipios de esta ciudad por decisión del Ôrgano de Coordinación para Análisis de Amenazas (OCAM).
De acuerdo con OCAM, en el país existen 828 belgas radicalizados, es decir, militantes de la versión más fundamentalista del Islam que interpretan sus preceptos para realizar actos violentos.
El 12 por ciento de los llamados radicalizados nacionales proviene de la localidad de Wallonie, un índice que es tres veces mayor al registrado en el resto de esta nación europea.
Al menos 270 de ellos se considera viajaron a Siria o Iraq para unirse a las filas del movimiento terrorista Estado Islámico (EI), el cual se responsabilizó con los atentados de la capital gala, donde perecieron 130 personas y más de 350 resultados heridas.
El Consejo de Seguridad Nacional deberá pronunciarse sobre si reduce del nivel cuatro al tres la alerta antiterrorista que llevó a la suspensión del metro y el tranvía en esta urbe, así como de grandes eventos. También determinará si mañana abren los centros docentes.
A la reunión asiste el primer ministro Charles Michel y los titulares belgas del Interior, Jan Jambon, de Relaciones Exteriores, Didier Reynders, de Justicia, Koen Geens, y de Economía, Kris Peeters, así como los responsables de los órganos de seguridad.
La policía belga arrestó a al menos tres personas sospechosas de estar involucradas en los ataques contra cafés y cerca de un estadio, así como en el secuestro de rehenes en un teatro de París.
