El cubano Guillermo Rigondeaux ganó este sábado por decisión unánime su pelea frente al filipino Drian Francisco, sin embargo salió abucheado del cuadrilátero, informa ESPNDeportes.
Rigondeaux enfrentó en Las Vegas su primer combate en 11 meses bajo la expectativa de que ofreciera más acción y espectáculo a los aficionados.
Su rival filipino pudo hacer poco o nada, ante la movilidad del cubano, aunque lo intentó por momentos.
“Me sentí terrible después de la pelea”, dijo Rigondeaux. “Él tiró buenos golpes pero no hicieron nada a mi estilo, que lo superó. Fueron 11 meses sin pelear y en definitiva por momentos lo resentí. Es bueno regresar al ring con una victoria”.
El cubano dio pinceladas de su capacidad técnica, su juego de pies y análisis del rival. Pero sobre todo de paciencia para evitar caer en el juego de los aficionados que exigían más acción sobre el ring.
Rigondeaux metió algunos buenos golpes a la parte baja; trató con rectos a la cara y uno que otro ataque, en su debut con su nueva empresa promotora Rock Nation, luego de salir de Top Rank. Los jueces vieron ganar al cubano 97-93, 100-90 y 100-90.
Después de los 10 asaltos, Rigondeaux dejó su marca en 16-0, 10 KO, pero su popularidad entre la afición está en números negativos.
“Traté de darle un buena pelea y espectáculo a la gente”, dijo Rigondeaux. “Así que necesito regresar al gimnasio, estar más activo y ofrecer un mejor desempeño. Prometo que con las armas que tengo y con la firma de la promotora Rock Nation, la próxima vez seré más explosivo”.
En octubre, Rigondeaux fue despojado de su faja de campeón supergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). La entidad argumentó que el cubano había realizado apenas tres peleas en 31 meses.
