Moscú ha confirmado el rescate “sano y salvo” de uno de los dos pilotos del avión ruso de combate que fue abatido ayer por cazas turcos tras violar su espacio aéreo. El otro piloto falleció en el ataque y un soldado ruso en la operación de rescate.
El aparato, un Sukoi-24, se estrelló en territorio sirio, muy cerca de la frontera. Aunque el Kremlin niega que llegara a penetrar en Turquía, los análisis muestran que estuvo allí diecisiete segundos.