Panamá expresó su compromiso de contribuir a una solución integral a la migración irregular por Centroamérica, en un comunicado de la Cancillería sobre la crisis migratoria que se mantiene hoy en Costa Rica, destacó Prensa Latina.
“La mayoría de los países estamos en disposición de encontrar una solución conjunta y reconocemos que es un problema humanitario que hay que atender de inmediato”, apuntó la ministra de Relaciones Exteriores panameña, Isabel de Saint Malo, quien asistió ayer en El Salvador a la reunión de cancilleres para analizar el tema.
Las medidas que se adopten, según lo conversado, deberán ser integrales, sostenibles, organizadas y orientadas a prevenir un mayor flujo irregular de migrantes, señaló el texto.
Un número amplio de países asistentes expresaron su disposición de entablar compromisos bilaterales y multilaterales que permitan una solución temporal, lo cual incluirá propuestas de organizaciones internacionales enfocadas en temas migratorios.
Los titulares coincidieron en la importancia de afrontar esta situación de manera inmediata, como un tema humanitario, preservando sus derechos e integridad, afirmó la fuente.
Manifestaron preocupación por la existencia de bandas criminales de tráfico de personas, que se aprovechan de ello.
El análisis se produjo en una reunión extraordinaria del Sistema de Integración Centroamericano, en El Salvador, donde también participaron como invitados los gobiernos de México, Colombia, Cuba y Ecuador.
Reportes del Servicio de Migración panameño señalan que en la pequeña población fronteriza oriental de Puerto Obaldía se concentran actualmente unos 700 migrantes irregulares, que intentan llegar hasta Costa Rica, donde las últimas cifras ubican en unos tres mil los ciudadanos cubanos a quienes les bloquearon su ruta ilegal.
Añadió que otro grupo de caribeños se encuentran en territorio colombiano, en espera de llegar a la frontera entre ambos países.
La Ley de Ajuste Cubano permite a los nacionales antillanos ser admitidos de inmediato sin requisitos previos, cuando arriban a un puesto fronterizo de Estados Unidos sin visado, mientras les niegan esa posibilidad en el consulado de La Habana, donde rechazan a quienes consideren “posibles emigrantes”.
La nueva ruta por vía terrestre a través de Centroamérica la utilizan igualmente miles de migrantes de diversos países del área, e incluso africanos que llegan a Suramérica y emprenden el viaje hacia el mismo destino, no pocas veces en manos de los traficantes de personas.
