Las balsas cubanas dejaron de ser la noticia. La detención de más de tres mil migrantes cubanos en Costa Rica que fueron impedidos de continuar su rumbo a Estados Unidos, ha puesto los ojos en la crítica situación que atraviesan quienes emigran a otras tierras.
Se develó una realidad que durante los últimos meses se ha acentuado con fuerza y en la que decisiones de doce gobiernos latinoamericanos tienen que intervenir. Sin embargo, la reunión del martes pasado, en El Salvador, no produjo ningún resultado alentador.
La situación de estos inmigrantes, ya ha sido calificado por los medios del mundo como una “crisis humanitaria” donde cubanos de todas las edades, llegan a Costa Rica, y quedan a expensas de la atención de organismos internacionales que han habilitado albergues en la frontera de Nicaragua.
Nicaragua permanece firme en su negativa de permitir el tránsito de estos nacionales hacia Estados Unidos. Siendo este, paso obligatorio para los cubanos en su búsqueda por el sueño americano.
Luego de la reforma migratoria aplicada por La Habana en el 2013, las vías utilizadas por los cubanos para llegar a territorio estadounidense han cambiado drásticamente, según reseña El Financiero de México. Abandonaron las balsas cubanas para realizar una travesía con altísimos riesgos.
“Aunque hay quienes siguen lanzándose al mar en improvisadas embarcaciones por el Estrecho de Florida, la mayoría viaja legalmente desde Cuba hacia un segundo país para después atravesar ilegalmente otras siete naciones hasta alcanzar la frontera de México con Estados Unidos” expresa el rotativo.
La nación más utilizada para comenzar este viaje es Ecuador, cuyo gobierno permite la entrada de los cubanos a su territorio sin necesidad de visa, para de ahí iniciar la travesía por Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México hasta llegar a la frontera con la Unión Americana.
En el ascenso entran a jugar los traficantes de personas. Según estimados conservadores, cada migrante paga entre 7 mil y 10 mil dólares en diferentes puntos del trayecto, dejando un saldo que solo en lo que va del 2015 se calcula en 30 millones de dólares.
Con información de: El Financiero de México