El gobierno de Myanmar y un importante grupo insurgente de la etnia Shan acordaron hoy un alto al fuego, tras más de seis semanas de combates en el noreste del país, según medios locales, destacó Prensa Latina.
La revista Frontier Myanmar informó este jueves que las autoridades y el Partido Progresista del Estado de Shan (PPES) pactaron retirar sus tropas en los próximos cinco días de una confrontación, que provocó al menos cinco muertos y 300 heridos.
El acuerdo, alcanzado tras dos días de negociaciones en Yangon, debe facilitar también que miles de civiles desplazados por el conflicto puedan retornar a sus hogares.
Los intensos combates entre el PPES y el ejército estallaron a principios de octubre, con el despliegue de ataques aéreos y de artillería sobre las posiciones insurgentes.
El PPES fue uno de los grandes grupos étnicos armados que rechazaron un acuerdo de cese de fuego a nivel nacional, suscrito entre el gobierno y otros ocho fuerzas insurgentes el 15 de octubre.
Otros grupos, como el Ejército de la Independencia de Kachin y el Ejército Unificado del Estado de Wa, también se negaron a firmar.
El anuncio de esta tregua coincidió hoy con el llamado que hizo la líder del partido ganador de las elecciones del 8 de noviembre, Aung San Suu Kyi, a formar una coalición en el poder para promover la reconciliación nacional.
De ahí que el nuevo gobierno incluiría a miembros de otros partidos políticos y representantes de las minorías étnicas, según la premio Nobel de la Paz (1991).
