La viceministra de Relaciones Exteriores para Asuntos de Política Exterior de la República Dominicana, Alejandra Liriano, advirtió hoy que la Comunidad de Estados Latinoamericano y el Caribe (Celac) se enfrenta al gran reto de la convergencia de sus miembros, para que tengan una sola voz en el ámbito internacional.
Con motivo de su intervención en la V Conferencia Internacional Ribei sobre los nuevos cambios en la agenda internacional y su impacto regional, Liriano opinó que es el momento “de dotarse de mecanismos para coordinar las decisiones, coordinar las políticas, coordinar los mandatos de los jefes de Estado”, ya que no hacerlo “podría suponer una muerte lenta” de la Celac.
“Tener una sola voz frente a los temas globales” y tener “posiciones fuertes” es una de las metas de la Celac, ya que el organismo tiene una auténtica “dificultad a la hora de asumir posiciones” frente a lo que sucede en el mundo, opinó la viceministra.
“A veces nos diluimos en retóricas, dando vueltas a un mismo eje”, y es el momento de “mostrar un avance, saltar la retórica y pasar del discurso que refleja la voluntad política de sus países miembros, a lograr un avance en la operatividad”, señaló.
“Estamos comodísimos, demandamos ese discurso de la unidad porque todos somos hermanos, pero nuestras posiciones y nuestras acciones no logran sobrepasar la metas que se puso el organismo en su creación”, dijo.
“Nos vemos abocados a hacer esta reflexión, a revisar agendas que se yuxtaponen y la ineficacia de mecanismos creados en la región; la Celac está en el momento de dotarse de mecanismos que le permitan un accionar coordinado y cohesionado en la medida de lo posible, cosa muy difícil en América Latina”, agregó.
Para la viceministra constituyen un desafío “las grandes espectativas que tienen cada uno de los 33 países que conforman la entidad, frente a una historia de integración y frente a unos regionalismos con marcados fracasos y desalientos”.
Igualmente, consideró importante alcanzar una “convergencia”, frente a la “multiplicidad de espacios” que lleva a la “desorganización, y al caos institucional”.
Esa convergencia constituye “un asunto pendiente, puesto que la Celac no tiene un mecanismo de concertación política y diálogo que le permita cumplir esa tarea”, aseveró Liriano, que abogó por la creación de “una estructura básica y operativa que permita dar seguimiento a los mandatos de los jefes de Estado, y dar una continuidad más allá de las Presidencias pro témpore de cada año”.
Frente a la posición crítica de la viceministra en relación a “la multiplicidad de espacios, mecanismos, esquemas de instituciones, y de alianzas” que existen en América Latina, el director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sao Paulo, Pedro Dallari, aseguró que no ve como un “problema que existan muchas organizaciones en la región”.
Dallari también intervino en la mesa de esta tarde sobre “El multilateralismo en Iberoamérica. Un modelo para armar”, y consideró que esa multiplicidad es solo una característica de América Latina, y se mostró convencido de que esa pluralidad de organizaciones ha contribuido al avance que se ha registrado en los últimos 20 años en la consolidación de las democracias y en el crecimiento económico.
“En esta estructura fragmentada y plural se intensificó el diálogo político y se ha conseguido manejar muchos problemas”, dijo el experto, que sí reconoció la necesidad de integración entre las distintas organizaciones.
El encuentro estuvo presidido por Salvador Arriola, secretario para la Cooperación Iberoamericana (Segib), organización internacional que constituye el órgano permanente de apoyo institucional y técnico de la Conferencia Iberoamericana, cuya última cumbre se celebró en Veracruz (México) en diciembre de 2014.
Fuente: EFE
