En reiteradas ocasiones, líderes opositores venezolanos han denunciado el ventajismo del partido oficialista sobre la coalición democrática y la lucha por revertir el fraude electoral. Este temor en la población, ha influido a juicios de especialistas, en el índice de abstención por el nivel de desconfianza que rodea al Consejo Nacional Electoral.
Cubanos por el mundo trae para ustedes la recopilación de las denuncias más frecuentes en elecciones venezolanas y cómo planea la oposición combatir un posible fraude electoral.
- El voto asistido: práctica en la que presuntos “funcionarios” o adeptos al oficialismo, condicionan el voto de hombres y mujeres analfabetas, ancianos o discapacitados. Ha sido una práctica denunciada especialmente en las zonas más recónditas de Venezuela, municipios indígenas donde la capacitación electoral no ha llegado con efectividad y gracias al despliegue oficialista, se ha condicionado el voto. Desde la Unidad, aseguran que esta es una irregularidad en la que se han enfocado en descartar, por lo que en cada municipio foráneo, desplegarán a representantes, voluntarios y miembros de la sociedad civil para que sean veedores de la transparencia del proceso electoral.
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- Ventajismo mediático: El canal oficial del estado: Venezolana de televisión, se ha convertido en el medio proselitista del gobierno por excelencia en el que los diversos partidos que participan en una elección, no tienen cabida. Por el contrario, son sometidos a una campaña de descrédito de proporciones dantescas, con improperios y recopilación de imágenes, que según han denunciado desde la oposición, han sido trucadas, para desviar de contexto, el mensaje inicial.
- Uso de los recursos públicos: Además de ser un delito estipulado en la Constitución de la República, el peculado de uso se ha convertido en una práctica habitual de las campañas electorales en revolución, donde los recursos y bienes del Estado son empleados con fines proselitistas. Camionetas rotuladas de empresas estatizadas como Corpoelec (servicio eléctrico) o autobuses de PDVSA sirven para el traslado de partidarios a meetings y concentraciones.
- Compra de conciencias: En relación con el uso de los bienes del Estado y el deber gubernamental sobre la soberanía alimentaria, la revolución se ha valido de la entrega de bolsas de comida, artefactos electrodomésticos y ayudas económicas, con la intención de condicionar el voto. La figura de entrega de casas sin la titularidad, ha transmitido el mensaje de “O estás conmigo, o estás en mi contra”, propuesta que ha logrado calar en los sectores más deprimidos de la sociedad venezolana, por el temor de perder un “ranchito” o la “bolsa de mercal”. Todo esto, por la creencia de que el voto no es secreto y que desde el CNE, ente que ha demostrado su parcialidad oficialista, se filtra la información de los votantes. Los empleados públicos también han sido amenazados de perder sus puestos si están en contra del “proceso revolucionario”. Desmontar esta campaña de miedo, no ha sido tarea fácil para la oposición, quien ha centrado estas parlamentarias en la dinámica de “enseñar y votar” y convencer al electorado de que el sufragio es totalmente secreto.
La Mesa de la Unidad Democrática se blinda con el fin de que la voluntad de los electores se respete en las parlamentarias del 6-D y para evitar abusos como usurpación de identidad y amedrentamiento, lo mismo que ataques del oficialismo a testigos opositores en centros de votación.
Freddy Guevara, responsable de activismo del Comando Venezuela Unida, giró instrucciones: salir a votar desde las 6:00 am para que desde temprano se tengan los votos necesarios y evitar que el oficialismo usurpe la identidad de quienes no acudan a los centros de votación. Pidió a los ciudadanos explicar en las filas cómo se debe sufragar.
Para la oposición venezolana, el fraude electoral se evita con la obtención de los votos temprano, evitando conflictos en los centros electorales y la extensión del horario de publicación de resultados.
