Parece que ese programa que se llama Celia, en Telemundo está mostrando algo que les está llamando la atención a cubanos y no cubanos. Escucho en el bakery y aquí en la oficina que los barbudos llegaron a la Habana y se acabó la libertad. Ya he dejado de leer las críticas que le hacían al culebrón semi-biográfico por las alteraciones de la historia de Celia y su vida, pero si Telemundo está diciendo alguna verdad a sus televidentes sobre la fatalidad que nos cayó encima a los cubanos en 1959, entonces sigan sintonizando Celia para que por lo menos tengan un poco de lo que ninguna novela o producción podrá llegar a contar jamás, aunque alguna información dentro del silencio universal, es algo.
Hoy escribo sobre ésto porque me llama la atención que amigas no cubanas, acá en Los Angeles (oficina) me andan preguntando sobre esta parte de la serie.
Sin dudas las novelas y este tipo de programas pueden ser transmisores excelentes de verdades, bobería y mentiras. Creo que este material televisivo está surtiendo algún efecto positivo, sobre todo dentro de los que menos saben o desconocen aquella realidad que se ha extendido por 57 años. No espero que “Celia” lo cuente todo, es imposible, aunque si mantiene esa denuncia y no “cambia el paso“, les juro que me sentaré a ver algunos capítulos cuando esté en casa. Y gracias a mis colegas por advertirme sobre este tema.