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#EleccionesVE: Chavista arrepentido dice: “Sólo el pueblo salvará al pueblo”

chavista arrepentido rasga el 4f de su gorra tricolor
Retrato del fallecido Hugo Chávez| Foto: Archivo

En Venezuela, la frase de ” chavista arrepentido ” pareciera haberse expandido como pólvora. Quienes creyeron en el proyecto del fallecido presidente Hugo Chávez, hoy lamentan ver desvanecido su “legado”.

A continuación presentamos una semblanza, para adentrarnos en la mente, de alguien quien como miles de seguidores, hoy confiesa ser un chavista arrepentido.

Brayan Pérez, ex líder juvenil del partido oficialista, apuesta al cambio del país y a las candidatura opositoras de la Unidad Democrática en Venezuela.

Nació en 1995 cuando el término revolución tocaba las puertas venezolanas como corre el rumor entre las piedras. Con la supervisión de su padre y a pesar de la negativa de su madre, se involucró en la política desde los 13 años.

Una alocución presidencial de Hugo Chávez en 2010 fue determinante. Se convirtió en un líder juvenil del oficialismo en el Zulia y hoy cuando tiene 20 no le resulta fácil abandonar sus filas. “Oí al presidente Chávez decir que la juventud debía integrarse en el espacio político, porque todo nuestro alrededor era político. Eso hizo que entendiera que debía convertirme en un actor social, que debía luchar por mi comunidad, por mi gente”.

Para Brayan Pérez, no resulta fácil olvidar la fuerza con las ondeaba las banderas rojas. No resulta fácil dejar a un lado las promesas de justicia y equidad social del proyecto en el que creyó, el “que logró grandes cosas por Venezuela” y que hoy siente que han traicionado.

Aún más difícil es sentirse señalado, amenazado de muerte, tildado de traidor por quienes hasta ayer eran compañeros de batalla, “camaradas compatriotas” ; sin embargo, “su fe lo mantiene en pie de lucha”. Con convicción asegura: “Venezuela necesita un cambio”.

Sentado por primer vez en la sala de reuniones de Primero Justicia, partido opositor de la coalición demócrata, manifiesta sin temor la fidelidad que profesa hacia su fallecido líder, pero explica con determinación las razones por las que ha decidido enrumbarse en el proyecto de la Alternativa Democrática, enlistarse como protagonista del cambio y apostar a las propuestas de los candidatos de la Unidad.

Decepción

Ser testigo de hecho de corrupción dentro de las bases del PSUV, “en la distribución de alimentos prometidos para el pueblo y que terminaban favoreciendo a un grupito”, lo decepcionó de quienes prometieron “continuar el legado”. El humilde joven de tez morena y contextura robusta, admite que tras la partida física de Chávez “los corruptos han manchado el proyecto socialista” por lo cual siente que quienes sueñan con la igualdad de oportunidades, deben tomar un nuevo rumbo.

Con tristeza narra cómo presenciaron algunas de las “trampas electorales”, cuando superiores prohibían el escrutinio de las mesas, cerraban los centros para que sólo participaran los adeptos al oficialismo. Está decidido a que el abuso de poder que envuelve la revolución, deje de ser la norma. Asegura que “es tiempo de cambiar”. “En mi casa nos definimos como revolucionarios, pero nos han dejado solos en las comunidades. Ya es tiempo de transportarnos a nuestros barrios a ver en lo que ha quedado el país. Venezuela exige un proyecto claro que se cumpla por el bienestar de todos y eso viene con un compromiso firme de cambio” afirma.

Chavista arrepentido rasga el 4f de su gorra tricolor
Luego de la popularidad que tuvo la gorra tricolor utilizada por Henrique Capriles, cuando fue candidato presidencial, el oficialismo decidió usar la gorra, identificándola con el 4F en memoria de la intentona golpista de 1992

Rasgó el 4F de su gorra tricolor. Cada hilo cayó como la esperanza en que, quienes quedaron en el poder, hicieran valer las promesas del “plan de la patria”. Ahora sin distinciones partidistas, el pabellón nacional viste sus pensamientos, sueños y deseos por el país que “lo tiene todo”.

Cree en la democracia y en la necesidad de que ésta recupere su significado. Y  de esto, él sabe. Conoce el valor de la libertad de pensamientos, ideologías, creencias desde la mejor plataforma política que ha podido tener: su hogar. Nadando entre las dos corrientes, el hijo único de los Pérez aprendió a tomar sus decisiones, a favor o en contra, pero contando siempre con el apoyo de una familia, que a pesar de que pensara distinto, respetaría su criterio. “Eso es lo que debe ocurrir en el país. Todos deberíamos convivir en paz, aceptando la diversidad de pensamientos, las mil y un corrientes ideológicas”.

“Sólo el pueblo salva al pueblo”

Decir lo que siente. Para Brayan, este es un precepto inquebrantable. Ni mentir, ni callar ante la realidad que golpea a todos los venezolanos. “Yo tengo que creer de corazón y lo que siento debo decirlo”. Reclama que sean los más humildes, quienes a pesar de que confiaron fielmente en las promesas de la suprema felicidad, vivan hoy en una depresión cabalgante, hagan interminables colas y sean atacados por la delincuencia. “En las comunidades sigue estando el problema de las viviendas. Vimos que cuando repartían casas, la mayoría sólo llegó a la macolla. Ahora vemos que familias enteras que no tienen casa, tampoco tienen alimentos”. Son tiempos valiosos para una “una juventud de oro” como él mismo define a cada venezolano que se está levantando por Venezuela.

Podría partir del país. Podría ver como norte, buscar una válvula de escape en medio de tanto revuelo. Podría también dejar el activismo político, pero tirar la toalla es un error que no se permitiría. Ver que “el país se cae a pedazos” es su motivación diaria, sin importar el bando en el que esté. “La suprema felicidad para Venezuela no llegará si no estamos todos juntos para alcanzarla” afirma Brayan.

No le teme al ventajismo del Gobierno ni a los engaños que pretendan aplicar previos a la contienda electoral. Confía, porque lo ha comprobado, que el pueblo no es tonto y no se engañará ya por una bolsa de comida. “Como decía Alí Primera, sólo el pueblo salvará al pueblo. Y la gente sabe quién ha sido hoy el gobierno. El pueblo tiene dedos para señalar. El pueblo sabe que esa bolsa de comida durará dos o tres días pero la situación del país tardará años para encaminarse. Todo se ha vuelto en un gran caos y eso ha hecho despertar a un pueblo cansado de maltratos, donde hasta quienes creíamos en el proceso,  hemos sido olvidados”.

Para Brayan el cambio ya empezó. Y empezó porque aunque muchos han sentido la urgencia de irse, aún quedan muchos más quienes “no pueden meter los sueños en una maleta y elevarlos a un avión”. “Sobramos venezolanos dispuestos a trabajar porque sabemos que el país no puede seguir así. Abrimos los ojos y tenemos que continuar calle a calle con el mensaje, buscar los votos que sean necesarios para recuperar una Asamblea que legisle para el pueblo y no sea este circo que tenemos hoy en día. Y de ahí en adelante, seguir dando pasos agigantados para recuperar al país”

Al preguntarle – ¿Cómo sabes que Venezuela lo logrará?- responde con seguridad: “Los venezolanos somos hijos de libertadores, estamos hechos para hacerlo”.

Written by María Fernanda Muñóz

Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo

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