El 6 de diciembre los venezolanos tendrán la oportunidad de elegir una nueva Asamblea Nacional, a través del voto secreto y directo. 167 escaños del parlamento venezolano se encuentran esperando nuevos titulares, cuyos aspirantes están hoy divididos en dos corrientes: oficialismo y oposición. ¿Será el triunfo opositor por el cambio? o ¿seguirá el recuerdo de Chávez mandando?
Pero ¿por qué resulta tan trascendental la elección de legisladores para Venezuela para el futuro político de Nicolás Maduro?
Desde la derrota de Henrique Capriles frente al “heredero del chavismo” Nicolás Maduro en el año 2013, la población descontenta no apostaba tantas esperanzas en un comicio electoral. Previo a esto las elecciones de gobernaciones, del 2012, el chavismo había impuesto nuevamente, logrando controlar en su mayoría, las principales regiones del país.
Sin embargo, a pesar de estar dirigidos a nivel nacional por un “revolucionario” como Nicolás Maduro, gobernados en los estados por “seguidores del proceso”, el desabastecimiento, la escasez y la inseguridad se han convertido en el pan de cada día para los venezolanos, por lo que la oposición venezolana ha asumido los comicios parlamentarios, como la primera válvula de escape para la crisis económica impuesta que, a juicio de expertos, es causada por el fracasado modelo económico del denominado “Socialismo del siglo XXI”.
Por ello, la población venezolana se ha visto representada en las propuestas de cambio de la coalición opositora. En recorridos por sectores populares, se escuchan testimonios como “Esto ya no lo aguanta nadie. Hay que cambiar porque en Venezuela estamos mal”. Y es de creer, considerando que conseguir papel sanitario es hoy en día para los venezolanos una verdadera fortuna.
El 6 de diciembre será un día decisivo para los venezolanos. No sólo se estarán eligiendo los próximos parlamentarios de la República, sino que estará en juego el futuro político, económico y social del país, que evidenciará cuál es la actual fuerza de Venezuela
El 6D podría pasar a la historia como el inicio de un proceso reestructurador en Venezuela, luego de 16 años de políticas izquierdistas, escándalos de corrupción y manipulación bajo programas sociales a la población. El 6D podría ser entonces la derrota de Maduro, quien a pesar de no ser candidato, es a quienes los venezolanos señalan como “el culpable de la crisis” y en consecuencia, el inicio del debacle chavista, aun cuando continúen intentando revivir la fe en los adeptos al oficialismo, bajo el recuerdo del “comandante supremo”.
Claves para entender la crisis socioeconómica de Venezuela:
- La tasa de homicidios “oficial” de Venezuela, es la mayor del mundo después de Honduras, y la violencia se ha convertido en cotidianidad, por lo que solamente los peores crímenes parecen llegar a las primeras páginas de los pocos medios continúan abiertos. Los policías son blancos de asesinato, hasta el momento van 125 funcionarios ultimados en Venezuela, unos 912 menores edad y más de 300 secuestros a nivel nacional.
- En Venezuela, según cifras admitidas por la Fiscalía General de la República, existe un 95 por ciento de impunidad. Es decir, de 100 delincuentes que cometen un delito, 95 caminan libres por las calles venezolanas.
- La escasez y el desabastecimiento se acentúan con el pasar de los días, sin la toma de correctivos necesarios. Según analistas, las colas siguen por tres fenómenos: primero por la escasez que hay en el país, segundo por las distorsiones que se han generado a raíz de los controles de precios, como los llamados bachaqueros, y en tercer lugar por un asunto de expectativas, pues la gente no cree que el desabastecimiento se va a terminar a corto o mediano plazo y por eso siguen comprando.
- El Banco Central de Venezuela lleva más de 11 meses sin publicar las cifras oficiales de inflación, a pesar de ser un deber estipulado en la normativa legal venezolana. A pesar de esto, Nicolás Maduro admitió en cadena de radio y televisión que la inflación anual en Venezuela para Noviembre, rondaba en un 80 por ciento. La más alta del mundo, sin competencia cercana y podría no ser tan acertada, considerando que especialistas en la materia, hablan de una hiperinflación en el país suramericano de tres cifras.
- El servicio de salud pública es caótico. Hospitales y ambulatorios son escenarios de huelgas constantes de un personal que exige las condiciones mínimas para laborar: dotación de insumos médicos para atender a los pacientes. Los anaqueles vacíos de las farmacias dan cuenta de una abismal escasez que pone en riesgo cualquier recuperación. Las medicinas para tratar el cáncer, la diabetes, las insuficiencias cardíacas y renales o la epilepsia han desaparecido tanto como los productos alimenticios necesarios para llevar una dieta balanceada.
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