Como medida para controlar el número de refugiados sirios que arriban a Europa, Francia y Alemania han propuesto dar el poder a la policía de los países de la Unión Europea para vigilar la frontera de Grecia, y buscar así una solución a la crisis migratoria.
Durante el 2015, han llegado a Alemania cerca de un millón de refugiados. El arribo de solicitantes de asilo es actualmente uno de los mayores desafíos del país germano.
Para esto, el gobierno alemán ha expedido un nuevo documento de identidad para controlar la ola de inmigrantes proveniente de Siria y Afganistán.
“Este procedimiento tomará más tiempo de lo previsto. Sin embargo, esto nos permitirá tener otras posibilidades para el uso de la información en otras áreas, lo cual acelerará el registro y la integración de los refugiados.”
El documento incluirá información personal como la fecha y lugar de nacimiento, nacionalidad, color de ojos, altura, una foto del rostro, y además se tomarán las huellas digitales durante el registro.
La crisis de refugiados y la amenaza terrorista sacudieron este año los cimientos y valores de la Unión Europea (UE), cuya falta de unidad y respuesta común puso en peligro pilares esenciales como el espacio sin fronteras Schengen.
Por el momento, los países de la UE solo se han comprometido a trabajar para mejorar el intercambio de información y a reforzar los controles en las fronteras exteriores de Schengen, también a los ciudadanos comunitarios, a los que se podrán someter a chequeos adicionales de su identidad, una medida que por el momento no tiene carácter obligatorio.
La CE ha aceptado, aunque sin fecha concreta, presentar una revisión del código de fronteras Schengen para permitir las comprobaciones sistemáticas de ciudadanos de la UE, incluidas inspecciones de la información biométrica y cotejo con las bases de datos pertinentes para determinar si el pasaporte que portan es robado o pertenece a un sospechosos de haberse radicalizado.
