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Con estos bueyes…

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Desfile de un primero de mayo (foto tomada de internet)

MIAMI, Florida (Cubanet).- Hace un par de días, luego de confirmarse el arrollador triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias venezolanas, tumbé las alas del corazón a un muy esperanzado amigo que me preguntó si no avizoraba un escenario similar en Cuba, en un futuro cercano.

Lamento haber tenido que decirle que no. No me gusta ser aguafiestas. A veces me pregunto si soy demasiado pesimista, si soy de los que ve siempre el vaso medio vacío en vez de medio lleno. Más bien soy realista. Me revienta crearme expectativas y ver luego como se derrumban.

Qué más quisiera que imaginar a tantos amigos, Berta Soler, Rodiles, Moya, Cuesta Morúa… celebrar, sonrientes, animados, confiados en el futuro, una victoria electoral. Pero no puedo. No a corto plazo. No con este pueblo, en el estado lastimoso de indefensión y apatía al que este sistema lo ha llevado.

Si les dieran la oportunidad, los eventuales electores probablemente votarían, en su mayoría, no por la oposición, sino por el oficialismo. Lo harían por miedo, por inercia, por costumbre. Y luego dirían que para qué iban a arriesgarse, que “esto” no hay quien lo arregle pero tampoco quien lo tumbe, que le temen al cambio, que más vale malo conocido. Y explicarán, para justificar su miedo, que las boletas estaban marcadas, que en todos los colegios había cámaras chinas de vigilancia o cualquier otra barbaridad.

El castrismo ha conseguido estupidizar a la mayoría de los cubanos, desmoralizarlos, castrarlos mentalmente, convertirlos en una masa bruta, chusma y sumisa.

Basta ver el vídeo con las respuestas de los habaneros a los que el colega Augusto César San Martín preguntó sobre los resultados de las elecciones parlamentarias en Venezuela. No sé qué deprimía más: si los que, a pesar de la cobertura de Telesur, no entendieron o no sabían ni pitoche de lo que había pasado, o los que sentían pena porque hubiese perdido Maduro y repetían, a pie firme y sin atorarse, como autómatas, el catecismo de la prensa oficialista.

¿Vieron a la señora –o mejor, la compañera– que creyó ver la mano del imperialismo detrás de los resultados de la votación? Óigame, ni Rosa Miriam Elizalde

No tengo dudas que el colega Augusto César no eligió a sus entrevistados. Aceptémoslo, aunque nos duela: eso es lo que hay.

No sé a ustedes, pero a mí el vídeo me produjo una mezcla de rabia, impotencia y tristeza al constatar, una vez más, lo que ha hecho ese régimen de nosotros.

Ya sé, con estos bueyes hay que arar. No hay otra opción. Pero los surcos saldrán torcidos. Y enderezarlos llevará tiempo. Casi tanto como el que demoraron los mandamases en domar a los bueyes y enseñarlos a mugir y comportarse del modo que hoy lo hacen.

luicino2012@gmail.com   

Luis Cino es corresponsal de CubaNet en La Habana y se encuentra temporalmente de visita en Miami

 

Written by CubaNet

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