Hay un método llamado arteterapia que tiene como base el arte. Quien la práctica halla en este medio una forma de expresarse y consigue como recompensa el fortalecimiento de su desarrollo personal y social. Es un método que apenas inicia en América Latina pero ya ha sido manejado en Canadá, Estados Unidos y gran parte de Europa.
Si alguna vez fuiste a clases de dibujo, pintura o fotografía y los resultados no fueron como lo esperabas, ¡no te preocupes! En la arteterapia se le da mayor importancia al proceso de creación y no tanto al producto. Lo más trascendental en esta terapia es la creatividad y cómo desarrollas tu objeto artístico, pues esto te admitirá solucionar creativamente otros aspectos de tu vida.
Esta corriente es llevada a cabo por gente especializada -como psicólogos o psiquiatras- y está dirigida a todo público, no sólo a personas con capacidades artísticas. Es una muy buena opción para aquellas personas que les cuesta trabajo decir lo que piensan y sienten.
La terapia artística se puede emplear en áreas como la rehabilitación, educación y la salud mental, pues es muy efectiva en personas con problemas sensoriales, físicos, motores o de adaptación social (síndrome de Down, autismo y Alzheimer). En la atención a niños y adolescentes con problemas de aprendizaje, emocionales, fobias, depresión o miedos. Del mismo modo contribuye a controlar los síntomas del déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Es muy efectiva en trastornos de alimentación e imagen corporal, para tratar adicciones, estados de ansiedad o depresivos; en el control de estrés y refuerzo de autoestima, en enfermedades prolongadas o terminales; con víctimas de violencia física, psicológica y sexual; con refugiados, reclusos y otros problemas de carácter social.
¿Cómo funciona?
Con la aplicación de la pintura, el dibujo, la escultura, la danza, dramatización, literatura y otras disciplinas, las personas aprenden a conocerse y desarrollar destrezas que los hacen sentirse más seguros y confiados, lo que los hará sentirse capaces de afrontar sus problemas y resolverlos. Este transcurso servirá para hallarse y reencontrarse, y las experiencias serán transferidas luego a su persona y su relación con los demás. Las sesiones pueden ser individuales o grupales.
Las actividades de esta terapia de las artes con los pacientes deben realizarse en un espacio apropiado para expresar sus pensamientos y sentimientos bajo la supervisión de personal calificado para continuar con su proceso terapéutico ayudando a la rehabilitación del paciente. Una vez concluida la obra, el paciente da su experiencia en el proceso de creación artística, junto con la observación de sus actitudes se puede valorar el avance del tratamiento en su situación y de la enfermedad por la que atraviesa.
Durante las sesiones se pueden utilizar diferentes actividades artísticas, ya que cada una aporta elementos diferentes para conocer al paciente, sus actitudes y comportamientos. Es importante que el terapeuta ayude a la persona a ordenar, comprender y expresar sus emociones y sentimientos.
También puede ver el siguiente vídeo relacionado.
Fuente: Atusaludenlinea.com
One Comment
Leave a Reply