El Ministerio de Turismo (MINTUR) ha anunciado “planes de inversión intensos” para ampliar la capacidad de alojamiento hasta 85.000 habitaciones en 2020, cifra que puede expandir aún más “si logra hilar alianzas y proyectos que negocia hoy con firmas extranjeras”, publicó hoy martes el sitio estatal Cubadebate.
La empresa estatal Gaviota, controlada por las FAR y líder en la actividad hotelera, se propone abrir 14.000 nuevas habitaciones en dos años, durante los cuales, según refiere el artículo, será necesario dedicar esfuerzos a la ampliación de la infraestructura con que cuenta ya la Isla y sobre todo al mantenimiento.
“La actividad inversionista arrastra una de las deudas de eficiencia tradicionales del modelo económico cubano. También la planificación y, de manera dolorosa, la labor de mantenimiento”, plantea el periodista especializado Ariel Terrero.
“Una evidencia es el alto número de habitaciones fuera de servicio, incluso en las cadenas de hoteles cuatro y cinco estrellas, como Gran Caribe y Cubanacán, para no hablar de la cenicienta Islazul. La reparación de instalaciones ha quedado relegada en comparación con la construcción de hoteles”, la cual, reconoce, “tampoco ha transitado con la diligencia planificada”.
“Un hotel emblemático, el Habana Libre, operado hoy por la española Meliá, además de gran número de habitaciones cerradas, desde hace meses ha detenido por roturas, uno tras otro, tres de sus seis elevadores de huéspedes”, continúa el articulista, que menciona como “otra piedra en el zapato del visitante la insuficiencia de aeropuertos y alternativas de transporte aéreo”.
“De no emprender una ampliación y renovación acelerada de esas instalaciones y de las líneas aéreas contratadas —advierte el artículo—, solo queda la esperanza de que los turistas vean como una curiosidad muy tercermundista la oportunidad —demasiado común— de dormir acostados en el piso del aeropuerto de Holguín (…), o en la terminal aérea de La Habana, a la espera de un vuelo horas y horas demorado”.
El trabajo que publica Cubadebate señala como alternativa al anuncio de metas de desarrollo “que el Ministerio de Turismo, las cadenas hoteleras, los inversionistas y las empresas constructoras, explicasen cómo garantizarán esta vez el cumplimiento en tiempo de los planes de inversión… y de mantenimiento”.
Igualmente habla “de una explicación de cómo harán para poner fin a la inestabilidad de los suministros de hoteles y otras instalaciones, importados en magnitud desmesurada aún por vacíos de la producción nacional”.
“Más que lecturas de bolas de cristal o la capacidad para absorber otro millón de visitantes —dice Terrero— lo que está en juego ya, aumenten los huéspedes o no, es la calidad de los servicios, la profesionalidad de un sector que cuenta con el aval de dos décadas y media de experiencia, y el sello mismo de cubanía que debe distinguir a esta industria y a sus trabajadores”.
El artículo menciona “las dudas y conjeturas” suscitadas “ante el boom de visitantes extranjeros” que comenzó este año, a juzgar por las tendencias vistas desde enero y las reservaciones de hoteles en diciembre.
De acuerdo con la publicación, el 2015 cerrará con un récord de 3,5 millones de turistas, un 18% por encima del registro del pasado año.
El artículo cita declaraciones de José Luis Perelló, profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, que calificó de “infundios” los pronósticos y noticias circuladas acerca de la insuficiencia de habitaciones e infraestructura en general del turismo para recibir las “avalanchas” del turismo internacional.
El citado académico y estudioso del asunto descarta la idea de una “avalancha” y con sentido más realista prefiere hablar de crecimiento. En entrevista anterior había dicho que “la ocupación hotelera no llega al 60%” de las habitaciones disponibles en Cuba.
“Queda potencial para acoger más huéspedes. Cuba ha garantizado hasta la fecha alojamiento de extranjeros y hasta de turistas nacionales(…) A las más de 62.000 habitaciones existentes en cadenas hoteleras —señala Cubadebate— se suman casi 19.000 en las casas de alojamiento; el sector privado, en expansión, agrega una cantidad muy cercana, por ejemplo, al total con que cuenta la playa cubana de más renombre mundial, Varadero”.
La Organización Caribeña de Turismo (CTO, por sus siglas en inglés) informó que Cuba se ha ido por delante con el ingreso de visitantes este año. “Los demás polos turísticos caribeños no han conseguido un incremento proporcionalmente comparable en 2015. La región de conjunto ganó un 5,8% en el primer semestre”.
Son estadísticas que salen a la luz después de un año de acercamiento diplomático entre La Habana y Washington y cuando aún no está solventado el asunto de los viajes de estadounidenses a la Isla como turistas, restringidos por el embargo.
Según advierten los estudios más moderados un millón de viajeros estadounidenses podría aterrizar o desembarcar en la Isla si la política al respecto cambiara.
Con información tomada de Diario de Cuba
