Costa Rica decretó la alerta amarilla a fin de garantizar los recursos de seguridad y servicios para los cubanos que se encuentran distribuidos en los 31 albergues así como a los turistas que viajan a ese país en esta época del año. Mientras el presidente tico, Luis Guillermo Solis, pidió a Raúl Castro que abogue ante Nicaragua para permitir el acceso a los más de seis mil cubanos varados.
La situación de los cubanos se ha agravado progresivamente, ya se reportan casos de quienes tratan de seguir caminos sin el debido permiso de tránsito otorgado por las autoridades del país y son llevados detenidos a los retenes.
El Director de la Fuerza Pública, Rafael Araya, informó que son varios los detenidos. “Nosotros los hemos estado devolviendo para que entren como tiene que ser, de una forma regular y organizada”.
En la localidad de Osa, en Puntarenas Costa Rica, el gobierno de base evalúa la posibilidad de acoger a unos 150 migrantes cubanos y para ellos contempla habilitar dos albergues, así lo expresó Alberto Cole, alcalde de esa jurisdicción. “ La municipalidad y la comisión local de emergencias va a hacer lo suyo para que haya una verdadera organización que mantenga a estas personas en condiciones humanitarias”.
Por otro lado Edgar Ortega, ministro de salud de Osa, alego que los primordial es garantizar las condiciones sanitarias idóneas para estos refugiados. “El ministerio tiene que valoras las condiciones físico-sanitarias para la cantidad de personas que van siendo albergadas y además velar por la salud de esta población”.
Tales acciones se prevé sean implementadas lo antes posibles sin descuidar por supuesto a los ciudadanos de esa jurisdicción. Ya en la frontera sur del país se abrieron dos albergues, uno en la escuela San José, en el que habitan 120 cubanos y otro en Corredores con 157 isleños.
