En este año transcurrido desde el anuncio de restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU, ¿cuáles son los avances conseguidos?
Creo que desde la visión económica hay muy poco notable que señalar, pero debe haber un aumento de las remesas, de los viajes familiares y los intercambios familiares que deben haber significado alguna mejoría para las familias cubanas.
En otro orden, hay una disminución del precio de internet que ha ampliado el acceso, de 4,50 CUC la hora a 2,00 CUC; la aparición de las zonas WiFi, y una ampliación de internet a médicos y otros profesionales. Esto ha tenido implicaciones significativas desde el punto de vista de la libertad individual para muchos cubanos. Se ha ido expandiendo este año una modalidad de comunicación muy importante, el correo Nauta directo en el teléfono celular, que permite intercambios de correo con todo el mundo; solo que el precio sigue siendo alto: un dólar por megabit de tráfico. El llamado “paquete semanal”, el acceso a internet y el correo Nauta están rompiendo el monopolio informativo del Estado y lo está obligando a hacer un periodismo más objetivo.
Por otro lado, el hecho de que el Gobierno cubano converse con el de EEUU ha obligado a un cambio de retórica y a una disminución del sentimiento de ciudadela sitiada, aunque el Gobierno ha seguido con su propaganda de que el bloqueo continúa. En general, ha sido más difícil seguir proyectando la imagen de EEUU como enemigo y eso ha facilitado un mayor acercamiento de los funcionarios norteamericanos a sectores de la población, especialmente de la intelectualidad. Esto en general ha implicado un resquebrajamiento de la visión de EEUU como el país que quiere anexarse la Isla, “acabar con Cuba” y ese tipo de enfoques. Creo que los cubanos hemos ganado en una visión más objetiva de lo que es EEUU con relación a Cuba.
Estimo que en general ha aumentado la conciencia de la población sobre la necesidad de cambios de calado en la sociedad. Para los residentes en el exterior, que no han vivido 50 años bajo un monopolio informativo, político, económico y de todo tipo, todo esto puede parecer insignificante, pero para los que vivimos acá es sustantivo.
Durante este último año, ¿qué ha primado de parte del Gobierno cubano: los cambios o el freno a los cambios?
Salvo los cambios que expuse en el punto anterior, tanto en el orden económico como en general, en el de los derechos y libertades civiles y políticos ha habido una tendencia a evitar una profundización en los cambios, por temor a que se desate un auge en el desarrollo de una clase media pudiente con un pensamiento independiente del Estado-Partido-Gobierno y se han frustrado muchas expectativas generadas con las relaciones con EEUU. Muchos pensaron que el Gobierno iba a ser más flexible en cuanto a posibilidades de inversiones norteamericanas, especialmente en las telecomunicaciones.
¿Qué medidas beneficiosas para la población de la Isla han sido puestas en práctica a lo largo de este año?
Las fundamentales fueron expuestas en el primer punto.
¿Qué puede esperarse a corto plazo de las relaciones entre Cuba y EEUU?
No tengo ninguna información precisa al respecto, pero aprecio que la crisis migratoria cubano-centroamericana ha sido deliberada y artificialmente creada con el propósito de provocar un estancamiento en el avance de las relaciones entre ambos países, ante el temor creciente del Gobierno cubano sobre los “riesgos” que un amplio intercambio de todo tipo con EEUU podría traer para su actual control de la sociedad cubana.
El fenómeno, dado su inusitado crecimiento, se ha convertido en un boomerang para el Gobierno cubano, pues se ha evidenciado el deseo creciente de la juventud por abandonar el país debido a la falta de de oportunidades y libertades para hacer lo que ellos deseen.
Los decisores de política en Cuba pueden considerar que sin haberse producido un amplio intercambio económico, sin haberse ampliado sustancialmente las relaciones con EEUU, los ánimos de cambio han aumentado, las ansias de abandonar Cuba con dirección a EEUU se han acrecentado, tal como ha evidenciado lo que está pasando en Costa Rica y el paso de miles de cubanos a “continente traviesa” por llegar a aquel país. Cuando ese cambio en las relaciones se haga más efectivo el rechazo al Gobierno cubano pudiera ser irreversible. Para mí lo es ya. Eso explicaría la crisis migratoria creada, cuyas consecuencias más completas no hemos visto todavía.
Fuente: Diario de Cuba