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Promesas a San Lázaro en su día

Como cada año, La Habana se llena en estos días de penitentes que veneran a San Lázaro, o Babalú Ayé, según la tradición yorubá. La peregrinación de algunos a la iglesia de la localidad de El Rincón comienza unos días antes del 17 de diciembre.

Por la cantidad de devotos, parece que los mendigos aumentan en las calles. Gente vestida con sacos de yute o tela de color morado, devota religiosa, atraviesa la ciudad pidiendo dinero o simplemente exhibiéndose.

Algunos encarnan la miseria e incorporan a sus cajas de recolección cachorros, imágenes del santo sincretizado, o llegan al extremo de arrastrar piedras y lacerarse la piel. Todos tienen sus razones.

Los pedidos a este orisha están relacionados con la salud. Nadie se atreve a pedirle a San Lázaro dinero o viajes. “El viejito es milagroso, pero hay que tenerle su respeto; si no puedes cumplirle, mejor ni te atrevas a prometerle algo”, dice Ondina, que le enciende una vela todos los 17 de diciembre.

sanlazaro

Yeney, a punto de parir, desea que su bebé nazca el día de San Lázaro para que tenga su protección.

Un hombre que atraviesa la calle Reina dice que la promesa la hizo por su madre, “que enfermó de la vista, la operaron y se recuperó bien”.

En las tiendas donde se vende ropa exclusiva para eventos religiosos, una saya de yute con cinta morada y sayuela de una tela más suave puede llegar a costar 18 CUC.

“Han llevado el culto a la boutique”, dice Ramsés, santero con más de 20 años de práctica. “Se supone que llevar ropa de yute sea un ejercicio de humildad. El roce en la piel, la incomodidad que provoca, más lo poco glamoroso que es, son parte de la acción religiosa”.

Un grupo de mujeres que se ha tomado el culto como una fiesta se pasea por la calle Obispo. Están vestidas de yute también, aunque se nota que normalmente no les hace falta mendigar. No obstante, llevan una jícara en la mano y piden dinero.

Pero la mayoría de los peregrinos son personas que han tenido una razón de peso para rogar un milagro o para agradecerlo.

La fe en San Lázaro no distingue en edad ni estrato social, sin embargo hay quien aprovecha la fecha para pedir sin ser importunado por la Policía. A veces es difícil diferenciarlos de los peregrinos.

La carretera de Santiago de las Vegas se repleta de religiosos los días 16 y 17 de diciembre. Algunos centros de trabajo movilizarán a sus empleados para garantizar la “seguridad de la peregrinación”. Habrá una multitud de fotógrafos tratando de capturar la imagen del sacrificio, y el paradero de ómnibus asegura que pondrá “refuerzos, como todos los años”.

Fuente: Diario de Cuba

Written by @diariodecuba

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